Son muchas las personas que realizan un guiño a la marihuana luciendo los colores rojo, amarillo y verde que tanto predominan en el Reggae.
Sin embargo, eso no significa que estén familiarizados con la cultura popular jamaicana.
Rojo, amarillo y verde
Habitualmente, muchas de esas personas que actúan como simpatizantes de la Ganja confunden la combinación de estos tres colores con la bandera jamaicana, cuando en realidad se corresponden a la de Etiopía. Esta bandera tricolor fue utilizada por el movimiento Rastafari por su conexión con Haile Selassie, el Emperador de Etiopía entre 1930 y 1974. El caso es que este error con el ‘red, gold & green’ no es tan frecuente en otras zonas del planeta, ya que la mayoría de las personas están más empapadas por la cultura jamaicana. Como sabéis, hay un enorme desconocimiento por estas latitudes. Bueno, ni se sabe pronunciar ‘Reggae’.
Igualmente, no estaría mal preguntarse cuántas personas se están aprovechando de Jamaica sin tener un sólo gesto de apoyo por la cultura de nuestra querida isla caribeña. La verdad es que hay muchos negocios que están utilizando toda esta imagen para su beneficio económico, sin más.
La relación entre la Ganja y el Reggae
Lógicamente, la relación viene de los rastafaris en Jamaica. Desde los inicios de lo que conocemos como música popular jamaicana, los Rastas han estado muy presentes en la cultura musical de su país. Sin embargo, este movimiento ha sido perseguido por ser de naturaleza anti-colonial. Entre muchos frentes, el gobierno jamaicano mantuvo una notable guerra contra ellos por esta planta. Aunque, desde el año 2015, ya pueden cultivar libremente la Ganja y usarla para fines religiosos. Desde entonces, la industria del cannabis en Jamaica está avanzando lentamente, mientras acuerdan en qué términos regulan estas actividades.
Como ya comentamos en un artículo titulado «¿Por qué se apoya a la marihuana más que al Reggae?», los jamaicanos que generación tras generación lucharon por la marihuana están siendo excluidos de esos planes; sólo las clases adineradas han tenido acceso a este negocio. Asimismo, se ha hecho un gran esfuerzo para atraer la inversión extranjera. Por esa razón, se teme por la inexistencia actual de unas políticas que protejan la verdadera cultura jamaicana y a los agricultores tradicionales de esta planta. De no arreglar esta situación, sin duda, se estaría forzando un nuevo ciclo colonialista, esta vez, con el negocio de la marihuana como protagonista.
¿Qué podemos hacer en esta parte del planeta?
Cuando aparezca un verdadero cannabis jamaicano en el mercado internacional, evidentemente, deberíamos apoyarlo para devolver a los jamaicanos lo que tanto han hecho por las personas que amamos su cultura musical. Hablamos de esa Ganja con unos niveles de THC menos potentes, que sea suave como siempre lo ha sido en la isla. Por cierto, recordad el artículo que publicamos hace unas semanas donde hablábamos sobre lo que fumaban los rastas en los 70.
Sin duda, aún queda mucho trabajo, pero dentro de unos años, seguro que podremos ver un producto auténticamente jamaicano. Entonces, todo será muy diferente a esos cogollos cultivados en cualquier otra parte del mundo que han sido brutalmente modificados genéticamente y que nos los presentan delante de una bandera rastafari. Ya sabéis, si eres una persona amante del Reggae que consume Ganja. Elige la real.