En la actualidad, las herramientas del sistema están consiguiendo que nos despistemos y perdamos la percepción de la realidad.

Por esa razón, hoy queremos compartir el siguiente texto con la intención de despertar algo que pretenden que permanezca dormido: La búsqueda de la libertad.

La búsqueda de la verdadera libertad

Hace un par de semanas, publicamos un artículo que se titulaba «Reggae y clase obrera», donde tratábamos la idea de generar un movimiento para mejorar nuestras condiciones laborales. Lógicamente, también dejábamos claro que la música popular jamaicana siempre había estado al lado de la clase obrera. Del mismo modo, el Reggae siempre nos ha acompañado con sus líricas hacía la búsqueda de la verdadera libertad. Es más, en numerosas ocasiones, ha sido la voz que ha despertado en nuestro interior un conocimiento que parecía que habíamos olvidado.

Sin duda, nos encontramos en una situación magnífica para definitivamente tomar consciencia de todo lo que nos rodea. Desde hace mucho tiempo, es sabido que el sistema actual está colapsado, sin embargo, ahora parece más que evidente. Ciertamente, la humanidad lleva mucho tiempo inmersa en un estado destructivo, que ya no da más de si. Por fin se nos ha brindado la oportunidad de observar todas esas señales que nos indican la necesidad de un cambio.

En realidad, si lo que buscamos es la libertad, entonces, lo más importante es no dejarse llevar por el miedo, que al final es quien provoca otros males como por ejemplo el odio, el rencor, la culpa, etc. Por lo tanto, hay que prestar una especial atención a la coherencia de nuestras respuestas. Tenemos que ser responsables de nuestro comportamiento para dejar de caer en las trampas de la dualidad. No hace falta echar abajo ningún muro, de hecho, es mucho más sencillo y tan sólo hay que vivir conscientemente. Dicho de otro modo, hay que ejercer una fuerza creativa que sirva para impulsarnos y dejar atrás las viejas formas.

Durante muchos años, el capitalismo nos ha contaminado. Por ello, es fundamental el no pensar en rehabilitar ese viejo modus operandi, puesto que nunca ha sido apropiado ni adecuado para el correcto desarrollo de este planeta. Nos ha servido para saber qué es lo que necesitamos exactamente. Es decir, nos ha ayudado a evolucionar. Pero ha llegado la hora de decirle adiós y coger otro camino en busca de la verdadera libertad.