Hoy llega a nuestros cines ‘Bob Marley: One Love’, el esperado proyecto del director estadounidense Reinaldo Marcus Green. En realidad, una película biográfica que es de todo, menos revolucionaria.
La crítica de ‘Bob Marley: One Love’
Con la familia Marley detrás del guión, lo primero que se siente es que han evitado resolver algunas preguntas importantes. Cierto es que el actor británico Kingsley Ben-Adir hace un buen papel como Bob Marley, igual que Lashana Lynch como Rita; pero quizá hay demasiado control en su interpretación. No obstante, se vuelve a comprobar una vez más que incluso la vida más radical puede diluirse en una película biográfica convencional.
Digamos que, como era de esperar, lo que predomina es el marketing alrededor del ‘One Love’. El film esquiva todas las dudas o esas cuestiones incómodas que forman parte de la verdadera historia de Marley. Por ejemplo, sí que se habla de Rastafari; pero es una visión muy superficial al no entrar a describir profundamente ni su significado ni su influencia. Del mismo modo, sí que se reconocen sus famosas indiscreciones extramatrimoniales; aunque esto es algo que se menciona como si fuera un hecho completamente irrelevante.
En cuanto a la trama, ‘Bob Marley: One Love‘ se centra en un momento muy concreto de su carrera: el intento de asesinato de Marley en 1976, en un punto en el que su éxito lo había arrastrado inevitablemente a la lucha política de Jamaica. Habla de su marcha a Londres, momento en el que grabó su álbum Exodus; y la película termina justo antes de comenzar el One Love Peace Concert en abril de 1978. Todo ello rodeado de demasiados flashbacks, que refuerzan esa idea de un guión demasiado reescrito.
En definitiva, insistimos en que sólo vemos una película anestesiada por la familia Marley; quienes nos intentan presentar al cantante como si fuese un santo, es decir, se busca la banalidad del culto al héroe. Algo que nos hace pensar que sus 104 minutos tienen la única misión de seguir recaudando dinero a través de la figura de su padre.
A ver, lógicamente no todo es tan malo, también hay algunos «momentos cómicos»; como cuando aparecen unos jóvenes The Wailing Wailers (con Peter y Bunny) mostrando el mítico «Simmer Down» a Coxsone (nótese la ironía). Dicho esto, la falta de atractivo también es palpable en el resto de su banda sonora, con pistas demasiado comerciales y dejando a un lado los temas, digamos, mas radicales del artista.
Y bueno, como seguramente ya sabéis, hoy mismo se estrena en nuestros cines, así que esperamos vuestras opiniones.