Este próximo miércoles 10 de octubre se cumplirán 10 años de la marcha de Alton Ellis por culpa de un fatídico cáncer linfático.

Por ese motivo, queremos adelantar el recordatorio con la intención de despertar un sentimiento que provoque un homenaje que no sólo quede en un día. Es más, seguramente que hoy domingo tenéis más tiempo para repasar su legado musical.

Alton Nehemiah Ellis nació en el famoso barrio de Trench Town, en Kingston, el 01 de septiembre de 1938. El pequeño Alton creció dentro de una familia musical. Asistió a la escuela de Ebeneezer and Boys Town donde sobresalió tanto en música como en deportes. Además, inició una carrera como bailarín llegando a competir en un famoso concurso llamado Vere Johns’ Opportunity Hour, de hecho, lo ganó con su pareja de baile.

Después, decidió iniciar su magnífica trayectoria musical, más concretamente en el año 1959 con el dúo Ellis & Eddy (Eddy Pekins). Ellos grabaron con Clement ‘Coxsone’ Dodd en Studio One y obtuvieron cierto éxito con temas como «Muriel», «My Heaven», «Lullabye Angel», «I’m Never Gonna Cry» o «I Know It All», entre otros. Pero el dúo se separó cuando Eddy Pekins ganó un concurso de talento y se mudó a los Estados Unidos. Más tarde, volvió a reiniciar su carrera musical formando un dúo con John Holt, aunque todo terminó cuando Holt se unió a la banda The Paragons y Ellis formó un nuevo grupo llamado The Flames.

En esos años siguió registrando canciones en Studio One, pero ciertamente alcanzó la fama cuando grabó con el archienemigo de Dodd, el productor Duke Reid. Las grabaciones con el dueño de Treasure Isle comenzaron en la segunda mitad de la década de los 60, cuando el Ska se había transformado en un ritmo más lento conocido como Rocksteady, que sería el precursor de lo que más tarde conoceríamos como Reggae. «Girl I’ve Got A Date» fue la primera canción de Alton Ellis de este nuevo género, una pista que demostró la desaparición gradual de los vientos que dominaron en el Ska y la introducción de las primeras líneas de bajo más profundas, que es considerada como una de las primeras canciones de Rocksteady.

De hecho, Alton Ellis fue conocido como el «padrino del Rocksteady». La historia cuenta que a mediados de los 60, cuando Alton Ellis estaba de gira con Byron Lee en la isla, tras escuchar en la apertura de cada show a Jo Jo Bennett diciendo «People, get ready, for this is rock steady» le dio la idea de registrar la mítica canción de «Get ready Rock Steady». De hecho, en aquellos años, Alton Ellis llegó a ser más famoso que Bob Marley en Jamaica. El caso es que a pesar de ser uno de los pioneros de esta música, Alton fue eclipsado en el resto del planeta por la figura de Bob.

El nacimiento de este género se dio junto al fenómeno cultural de los llamados Rude Boys, jóvenes de los barrios pobres de Kingston que descontentos con la situación política y económica de la isla creaban grupos de rebelión y protesta. Muchas de las letras del Rocksteady se basaban en las experiencias de estos adolescentes tachados de delincuentes. Sin embargo, Alton Ellis retrató la vida de los rude boys en sus líricas sin incitar a la violencia, todo lo contrario, sus mensajes eran llamados a la paz y la igualdad del país. Algunas de esas canciones pueden ser «Dance crasher», «The preacher», «Cry tough», «Don’t trouble people» o «Blessings of love».

Sin más, os proponemos que estos días le dediquéis un momento a la música de este cantante. Del mismo modo, si es posible, difundamos su legado en las redes o incluso en casa para que lo oigan los vecinos. Es una lástima que brillen por su ausencia los homenajes al ‘padrino del Rocksteady’ por parte del mundillo de la música, que como solemos decir, se ve que es otro de esos artistas que no da tanto dinero como tirar del superficial remember de Bob Marley.