En realidad, ya os hemos hablado en varias ocasiones de los primeros pasos del Roots y el Dub. Sin embargo, esta vez vamos a centrarnos en Keith Hudson.
También conocido como «Dark Prince of Reggae», este artista consiguió uno de los sonidos más oscuros y profundos de la época.
Aquella maravillosa Jamaica
Se podría decir que su amor por las buenas melodías le venía desde bien pequeño, ya que su familia estaba muy relacionada con la música. Cuando era niño, Hudson asistió a la famosa Boys Town School, en Kingston. Allí organizó conciertos con compañeros como Bob Marley, Delroy Wilson o Ken Boothe.
De hecho, con tan sólo 14 años, ya se encontraba pululando por el estudio de Coxsone Dodd, donde ayudaba con los bártulos a Don Drummond de The Skatalites. Después de la escuela, Hudson comenzó a trabajar como dentista. Esto le permitió ganar algo de dinero para poder iniciar su carrera discográfica.
A finales de los 60, con 21 años, consiguió su primer éxito como productor en el mítico «Old Fashioned Way» de Ken Boothe. Por cierto, un tema que lanzó en su sello Indibidimts. Más tarde, produciría a vocalistas de la talla de Delroy Wilson, Alton Ellis o John Holt. Asimismo, fue uno de los primeros en grabar a U-Roy en 1969. Otras producciones con deejays incluyeron numerosas canciones con Dennis Alcapone, como «Shades of Hudson»; o con Big Youth en «S-90 Skank». Este último tema fue lanzado en 1972 y se convirtió en uno de los mayores éxitos del DJ.
Keith Hudson, la profundidad del Roots y el Dub
En 1970 comenzó a registrar sus propias pistas vocales, aunque verdaderamente nunca fue un gran cantante. En 1974, Hudson lanzó uno de los grandes clásicos del Dub, su álbum Pick a Dub. No obstante, este proyecto es una referencia obligatoria si quieres comprender lo que verdaderamente significó el Dub en las técnicas de grabación de la época. Además, este disco tiene el honor de ser el primer trabajo de Dub que se lanzó en UK. Pick a Dub contiene cortes como «We Will Work It Out», la versión del «S-90 Skank» y remakes del «Declaration of Rights» y el «Satta Massagana» de The Abyssinians. En ese mismo año, Hudson se fue a vivir a Reino Unido donde lanzó Flesh of My Skin, Blood of my Blood, una obra maestra de la historia de la música Reggae.
Un par de años después, en 1976, se mudó a la ciudad de Nueva York y fichó por Virgin Records, pero sus producciones no fueron muy bien recibidas por los críticos y Virgin le rescindió el contrato. Entonces, Hudson arrancó con su sello Joint y volvió a trabajar con la Soul Syndicate Band, como ya hizo años atrás durante sus mejores grabaciones en Jamaica. En 1978, apareció su álbum Rasta Communication, un disco imprescindible para todas las personas que aman el Roots Reggae.
Durante los primeros años 80, igual que muchos de sus compañeros, Hudson estaba fuera de sintonía con la tendencia al Dancehall que vivía Jamaica. Dicho de otro modo, sus ritmos clásicos atrajeron muy poca atención. En 1984, a los 38 años de edad, Keith Hudson fue diagnosticado con cáncer de pulmón en agosto de 1984. A pesar de estar respondiendo al tratamiento, en la mañana del 14 de noviembre se quejó de dolores de estómago. Poco después, llegó un colapso y murió.