Jamaica es un país cuyo impacto cultural ha sido desproporcionado en relación con su tamaño.
Desde los años en los que Bob Marley se convirtió en la «primera superestrella del tercer mundo» hasta la actualidad, la isla ha influenciado fuertemente al resto de la humanidad.
El Dancehall
A partir de finales de los 70, y más notablemente en los 80, el sonido propuesto por los músicos jamaicanos ha estado algo más que presente en el resto del planeta. Precisamente, durante esa década, llegaron un sinfín de avances tecnológicos, en cuanto a técnicas de grabación musical, que revolucionaron la música popular de la isla. Por otro lado, la inestabilidad económica y política jamaicana fue acompañada por una fuerte violencia en las calles, que obviamente salpicó a la escena musical. Todo ello marcó el destino de un nuevo género que más tarde desarrollarían los jamaicanos: el Dancehall. Por cierto, llamado así por el lugar donde se escuchaba y se bailaba este tipo de ritmos.
Igualmente, también es conveniente tener muy en cuenta que el Dancehall siempre ha sido duramente criticado por los guardianes morales de la isla; que generalmente suelen pertenecer a las clases más altas y la comunidad cristiana jamaicana. A estas personas no les gusta nada las letras, ni los movimientos de baile ni las formas que siempre acompañaron a este género musical.
El Swag jamaicano
Cuando decimos swag, nos referimos a una manera de vestir y de comportarse. En realidad, entre los artistas y fans del Dancehall, siempre ha existido cierto estilo a la hora de vestir. Por ejemplo, en los primeros años, las importaciones de ropa procedente de Reino Unido tuvieron una gran demanda, sin importar que esas prendas no estaban hechas para las temperaturas del país caribeño. Eran típicos los trajes de tres piezas, los botines clarks o los gorros de Kangol.
Es decir, había una forma muy particular de ir a la moda que se desarrolló paralelamente al género musical. Este patrón de comportamiento ha evolucionado hasta hoy incluyendo colores llamativos, pelucas, tatuajes o el látex. Y bueno, si miramos hacía otros géneros que no son el Dancehall, tendríamos más muestras de lo que hablamos. Ya sabéis, los típicos tam tan presentes entre la escena sound system, los dreadlocks, la ganja, el red gold & green, etc etc etc.
Por supuesto, el swag en el Dancehall también tiene mucho que ver con el baile y la creación de pasos propios. Desde movimientos como el ‘butterfly’, ‘pepper seed’ o el ‘cool and deadly’ hasta llegar al ‘Bogle’. Todos ellos han sido una clara referencia durante décadas en culturas tan importantes como el Hip-Hop estadounidense, tanto como la música o la manera de vestir. En verdad, esto es algo que sigue sucediendo en nuestros días, puesto que hay una nueva ola de influencia caribeña a través de artistas como Rihanna, Nicki Minaj o el mismísimo Busta Rhymes. Sin olvidar que otros artistas no caribeños como Drake o Justin Bieber también han retomado dicha tendencia.