Debido a la influencia en la música de las corporaciones, junto a las tendencias de los nuevos fans, el Dancehall está perdiendo la rudeza que le caracterizaba.

El caso es que hay que aceptar que esta música ha sufrido un importante cambio, pero también hay que saber que el Dancehall es una forma de arte en constante movimiento.

El Dancehall se ha vuelto menos rudo

Desde siempre, el Dancehall ha sido considerado como un reflejo fidedigno de la sociedad jamaicana. Por esa razón, durante gran parte de los años 80 y 90, esta música se inspiró en lo que sucedía en las calles de la isla, con letras sobre violencia y armas. Lógicamente, estas circunstancias le han causado innumerables criticas en gran parte del planeta. Por esa razón, con el paso del tiempo, muchas marcas y un gran número de fans se distanciaron del Dancehall.

Sin embargo, en los últimos años, hemos visto una evolución de los artistas que ha atraído de nuevo la inversión económica a sus propuestas. Esto ha ocurrido en cuanto han dejado de lado la militancia que les causó tantos conflictos a sus antepasados. Es decir, se podría decir que han aprendido de sus errores. Por ello, ahora están evitando tomar todas esas posiciones arriesgadas del pasado para así poder ganar dinero.

Entonces, los artistas más jóvenes se han vuelto más conscientes a la hora de saber que es lo que pueden decir en sus letras. Su intención ya no es cargar contra el estilo de vida de las personas. Digamos que han quedado atrás los días en los que un deejay sólo triunfaría si cantaba sobre estos asuntos tan polémicos en la actualidad. Pero claro, por contra, el contenido lírico de la música que nos entregan estos artistas es bastante light y en muchas ocasiones hasta muy poco original.

¿Negocio o herramienta de control?

Efectivamente, hoy en día el Dancehall es un negocio, pero igual que la mayoría del Reggae que llega a nuestros oídos o el resto de músicas que denominamos de procedencia jamaicana. La comercialización de la música ha transformado desde la calidad de las letras hasta el propio sonido. No obstante, para obtener visibilidad, los artistas ahora están obligados a seguir una serie de normas del mercado. De hecho, el cumplir con esos requerimientos es más importante que ser creativos en la forma artística con la que se expresan.

En realidad, todo esto es muy triste, ¿verdad? El mundo ha cambiado tanto que la música está perdiendo su poder. En esta nueva era, las sociedades cada vez sean más opuestas al comportamiento antisistema, por lo que los artistas han dejado de ser la voz del pueblo para convertirse en una especie de marioneta que tan sólo reproduce las nuevas formas de pensar. Dicho de otra forma, con esta actitud están alimentando todas esas ideas que nos han propuesto los mandamases para poder controlar a las masas.

De todos modos, todavía no hemos perdido esta batalla, y eso tenemos que tenerlo bien claro. Por esa razón, desde DotheReggae, seguimos proponiendo estos pequeños debates en busca de una militancia más real. Y, como veis, continuamos con ello a pesar de haber provocado algún que otro «pataleo», ya que sabemos que es tan sólo la respuesta que todas las personas hemos tenido cuando el ego no nos ha dejado ver más allá.