El Reggae es una de las músicas que más habla de nuestra relación con la naturaleza, ya que como seres humanos no podemos olvidarnos que sin ella no seremos felices.
Del mismo modo, el Reggae también es una herramienta para denunciar el poder de las sombras, ya sabéis, todos esos movimientos que englobamos dentro de la palabra Babylon.
en este artículo voy a intentar exponer lo que están haciendo los dirigentes del planeta con la naturaleza.
El mundo natural lleva muchos años siendo saqueado por las medidas que toman los gobiernos para su progreso económico. Casi todas las propuestas que el sistema impone como motivadoras de nuestro bienestar ignoran al medio ambiente.
Recientemente tuvo lugar una importante reunión internacional llamada IPBES-5, donde se ha intentado evaluar los diferentes valores que las personas atribuyen a la naturaleza y, a su vez, también se pretendía conocer lo que la naturaleza aporta a las sociedades humanas. En las diferentes intervenciones se ha confirmado la alarmante necesidad de no excluir a la naturaleza en las medidas para el progreso de la sociedad. Esto es debido a lo que significa para el bienestar humano y la prosperidad, especialmente para las personas pobres.
Como decía, la naturaleza es vital para el bienestar de las personas. Es obvio que nos proporciona las necesidades básicas como alimentos, agua, aire limpio… pero también guarda una estrecha relación con nuestro estado mental y espiritual, ya que somos animalillos y nuestro ADN ni siquiera ha tenido tiempo para adaptarse a las paredes y a los techos a los que nos ha condenado el sistema actual, una auténtica prisión para el alma.
Además, es evidente que la naturaleza es el factor fundamental a la hora de encontrar el sentido de sí mismo para las personas. Entonces, esta afirmación nos vuelve a conducir a la misma conclusión: Hay que tenerla presente como un personaje principal para nuestro verdadero bienestar, incluso se podría elevar esta definición hasta el sentimiento real de libertad. Por cierto, os recomiendo echar un ojo a este link, Ecosystems and human well-being.
Pero en la actualidad lo anteriormente hablado choca con los indicadores económicos del progreso. Es decir, hay una lucha encarnizada entre lo que significa el dinero y los valores que nos proporciona la naturaleza. En los medios de comunicación nos hablan del PIB como la visión global del estado de la economía y el bienestar de las personas. Estas cifras ocultan el papel de la naturaleza, puesto que no se mide dentro de la economía monetaria, a pesar de ser una parte vital en nuestro día a día y, visto lo visto, será crucial para sostener el futuro de las próximas generaciones.
Se podrían recrear algunas paradojas perversas haciendo caso omiso de la naturaleza. Por ejemplo, el PIB podría aumentar como consecuencia de un desastre ambiental, debido a la actividad económica generada por las propias reparaciones del destrozo. Mientras tanto, las pérdidas ambientales no aparecerían como negativas. Por eso mismo, un país puede enriquecerse mediante la reducción de todos sus bosques y la consiguiente pérdida de especies y sus hábitats silvestres. Pero todo ello no se presentaría en las cuentas nacionales. Entonces, quienes se están enriqueciendo de los enfoques actuales son las élites globales que se benefician de la destrucción del medio ambiente.
Ahora, teniendo presente todo lo expuesto, ¿habría que tener en cuenta los aspectos ambientales para evaluar las múltiples dimensiones y causas subyacentes de la pobreza? La comprensión de lo que los hace pobres nos plantea un nuevo desafío para abordar la pobreza de manera adecuada.
Los pobres somos los perdedores y cuanto más pobre sea la persona, económicamente hablando, más dependerá de la naturaleza para su sustento y más vulnerable será a los cambios ambientales. Incluso si la naturaleza se valorase se convertiría a su equivalente en dinero, lo que favorece a aquellos que son capaces y están dispuestos a parcelar la naturaleza en pequeños paquetes, que luego pueden ser vendidos al mejor postor.
Posiblemente, muchas personas pensaréis que todo esto no es nuevo, pero ¿somos reggae warriors o qué? Nunca debemos olvidarnos de seguir exponiendo todas esas cosas que tanto molestan a la élite, puesto que vivir en «modo party» todo el día es, simplemente, otra venda perfecta.