Sin duda, Alton Ellis es una de las grandes leyendas de la cultura musical jamaicana.
A continuación v,amos a centrarnos en su compromiso social como artista.
Cuando Alton Ellis luchó contra la cultura del Rude Boy
Poco después de que Jamaica alcanzase su independencia en agosto de 1962, se comenzó a llamar Rude Boys a cierto jóvenes de Kingston que mostraban una violencia muy preocupante. En numerosas ocasiones, este colectivo llegó incluso hasta a asesinar, debido probablemente a la complicada situación política y económica que vivía la isla por aquellos entonces. Algunas de las pandillas más famosas fueron Charles Street Spanglers, Phoenix, Skull o Vikings, quienes solían portar trinquetes (cuchillos de fabricación alemana), armas e incluso explosivos. Bien, pues Alton Ellis tuvo el enorme valor de intentar desestabilizar la cultura Rude Boy.
En su misión, Ellis grabó canciones como «Dance Crasher», junto a la banda Treasure Isle All Stars, donde ponía como ejemplo para los más jóvenes a la figura del boxeador jamaicano Bunny Grant, quien ganó el título de peso ligero en ese mismo mes de agosto que Jamaica se proclamó independiente. Esta canción se convirtió en un gran éxito de Ska en aquellos primeros años de lo que hoy conocemos como la cultura musical jamaicana. La historia dice que la letra iba dirigida a uno de los Rude Boys más violentos, llamado Buzz B, quien frecuentaba el área de Trench Town.
Por cierto, se llamaba ‘Dance Crasher’ a los Rude Boys que se dedicaban a reventar los bailes de los sound systems. Estos eran contratados por otros sounds con la única intención de eliminar a su competencia. Sus ‘habilidades’ eran asustar a la multitud a través de agresiones, también se dedicaban a robar discos de o manipular el equipo de sonido cortando los cables, rompiendo los amplificadores, altavoces…
Un movimiento anti-violencia
A esta pista le siguieron otras grabaciones sobre el mismo tema, como «Cry Tough», «Don’t Trouble People», «The Preacher» y «Blessing Of Love», todas hechas para el productor Duke Reid y destinadas a revertir la violencia que estaban empleando sus adversarios. Estos tracks contrarrestaron un conjunto de canciones que estaban glorificando al Rude Boy, algo que tristemente estaba comenzando a marcar el mercado jamaicano de la época. Otros artistas que se unieron al mismo mensaje que a Ellis fueron Justin Hinds con temas como «No Good Rudie”, Derrick Morgan con «Cool Off Rudies» o The Rulers con “Don’t Be a Rude Boy”, entre otros.
Es decir, el movimiento de Alton Ellis fue muy arriesgado al ir en contra de la corriente pero, ciertamente, lo que necesitaba la isla era un poco de amor en vez de tanta violencia. El caso es que Ellis tuvo éxito con todas estas canciones anti-rudes, lo que provocó que los productores de la competencia que promovían la violencia comenzasen a reducir sus ventas. De hecho, muy pronto comenzó a recibir amenazas.
Esta situación provocó la ira del dueño de Studio One, Coxsone Dodd, quien utilizó la fuerza para que Ellis volviese a su sello y abandonase a Duke Reid. Recordad que «Muriel», el primer hit de Alton Ellis, fue grabado en Studio One antes de que este comenzase a trabajar con Duke Reid, el archienemigo de Coxsone.