Este pasado fin de semana pudimos reavivar el fuego de un sueño en pleno corazón del Bierzo, y es que por fin hemos vuelto a disfrutar de las vibraciones primigenias en un festival.
Reggaeboa llegó a su sexta edición en la localidad de Balboa (León), una población que ya está situada en el mapa de la escena Jamaicana peninsular.
A continuación os ofrecemos una crónica de nuestras aventuras en el Reggaeboa Festival 2015 y esperamos poder publicar las fotos lo antes posible.»
El Reggae, Rocksteady o el Ska sonaron en el valle durante los 3 días como la perfecta banda sonora de las sucesivas reuniones y celebraciones que se vivieron en Reggaeboa, y es que no se trata de un macroevento ni pretende serlo, digamos que es un festival de Reggae como los de antes, en los que sientes «ese espíritu» desde un primer momento, probablemente debido a su privilegiada localización, donde claramente vence la naturaleza a cualquier acción del ser humano.
El equipo de DotheReggae llegamos el jueves a medianoche a Balboa, un día antes del inicio del festival, tras un viaje en furgo desde el centro de la península al Bierzo de aproximadamente unas cinco horas, y que bien pronto nos sabría a gloria como tod@s esperábamos. Una vez aterrizados en la zona de acampada nos hicimos con un buen espacio para establecer el DotheCampamento, lo que sería nuestra base de operaciones para estos días.
Este año la organización ha aumentado el espacio para poder acampar, ya que se habilitó un nuevo prado situado también junto al río. Además se estableció un aforo máximo para que el pueblo y su entorno puedan soportar sin perjuicios el paso diario de cerca de 2000 personas entre público, colaboradores, artistas… que sin duda fue clave para que la convivencia volviese a suceder en total armonía.
El viernes 24 de julio transcurrió entre paseos por los caminos, el pueblo, las pallozas, el río o el mercadillo hasta que llegó la noche, que era el momento en el que se inauguraría la programación musical del festival con la pinchada de Irie Lion Sound, un superacto para el primer ascenso al recinto de los conciertos, tras su intervención llegó la hora de los madrileños…
Mista T (Chalice Sound) recorrió en su warm up los distintos géneros que forman esta cultura con la sabia intención de calentar al público para la actuación de Yeyo Pérez y Pipo Ti, una vez realizado ese trabajo salieron a escena ambos singjays para fusionar sus voces mientras intercalaban el protagonismo en los riddims que lanzaba el reconocido selektah. En definitiva, una excelente muestra de lo que significa un formato sound system encima de un escenario.
Aproximadamente a la 01h de la noche llegó el turno de la banda gallega Zamaramandi, los primeros músicos que iban a pisar el escenario natural del Reggaeboa, una propuesta que muchos esperábamos según la respuesta que pudimos observar entre el público presente. Ciertamente es una banda que suena muy fino y tiene una proyección como pocas… ¿el secreto? Pues como se habló a nuestro alrededor con un tono «cantábrico» tras finalizar su show: «… esta banda se preocupa en hacer música en vez de esas otras babilonadas…».
Tras un breve descanso apareció en escena de nuevo Zamaramandi, esta vez para acompañar a Roberto Sánchez, y si la primera actuación de los gallegos ya nos había enamorado, ahora con esta nueva intervención como backing band demostraron de sobra su calidad y sobre todo ese «toque especial» que hace que las cosas suenen a Reggae… vamos, que no son unos simples músicos que ejecutan bucles como a veces nos hemos encontrado en otras formaciones.
Y que decir respecto a Roberto Sánchez, pues una gozada verle reforzado por el sonido de esos riddims, que eran tan grandes como las montañas que nos rodeaban. Fue una alegría volver a comprobar el buen estado de este artista que se desvive por nuestros sonidos mas amados. Allí se notaba que la gente conocía el trabajo de Roberto, y es que el público era Reggae-Reggae, por lo que en vez de vivir de su leyenda, su concierto se convirtió en toda una comunión entre el cántabro y l@s asistentes al Reggaeboa… brillante!!
Tras este punto álgido del festival subió al escenario Chek Selektah, del que podéis leer una entrevista en este link, quien vino acompañado por Xenderal para echar el cierre con una gran sesión acompañada por una buena lección de dj style de este combo especial llegado desde Galiza.
Y antes de comenzar a hablaros de la programación del sábado queríamos recordar el fresquito tan amable que se levantó a las horas que regresábamos al DotheCampamento, con un rocío lleno de vida para todos esos otros habitantes del valle, que nos vino genial para una vez acostados arroparnos bien y comenzar a recordar bien agustito todo lo vivido… hasta olvidar la realidad para regresar al mundo onírico por unas horas.
Nuestro despertar nos ofreció un cielo totalmente despejado, por lo que la segunda jornada del festival se presentaba como un claro triunfo, pues tocaba la tarde musical en la playa fluvial de Balboa, así que desayunamos bien fuerte y preparamos nuestras neveras a conciencia con previsión de lo que nos esperaba… toallas, bañadores y todas nuestras ganas nos empujaron rápidamente hasta el punto de reunión del momento.
Pero la vida en la playa se prorrogó mas de lo anunciado en el horario oficial, y todo ese disfrute se tradujo en un pequeño retraso en nuestra cita con las actuaciones de la noche… no pudimos ver en el inicio de la jornada a Sutta Enki Dub y Emma Youth & High Paw, lo sentimos muchísimo, pero al menos llegamos justo antes del inicio del concierto de Offbeaters, y pudimos saborear los sonidos ska / rocksteady del levante mientras eran cocinados con un show enérgico de la banda, que junto a la potente voz de Pablo volvieron a elevar al 100% las energías de todo el público del Reggaeboa.
A continuación llegaba la actuación mas esperada por tod@s, el jamaicano Roy Ellis saldría a escena acompañado por un mix de músicos de Offbeaters y Mediterranean Roots. Un show impecable de la leyenda donde jugó con grandes himnos clásicos. Mr Symarip nos mostró como fue aquella época donde reinaron los sonidos que originaron lo que hoy nos llega tan distorsionado. El público se entregó de principio a fin, y mas cuando el artista llenó el escenario en un par de temas con todo aquel que quiso subir a compartir tablas con él.
En este punto queremos recordar que lo trabajos tanto de Zamaramandi como de Offbeaters, Roberto Sánchez, Mediterranean Roots o Yeyo Pérez han aparecido en las recomendaciones de la revista DotheReggae, incluso Pipo Ti fue portada… y es que en verdad este festival se nos hizo muy familiar por muchas otras «casualidades». Si deseáis echar un ojo a cualquier número de la revista, podéis hacerlo en este link.
Regresamos al cierre del festival en el auditorio, que llegó con las selecciones de Irie Lion y Blackup Sound, pero solo pudimos escuchar a Irie Lion ofreciendo una selección demasiado similar a la que escuchamos esa misma tarde, y tras enterarnos que al día siguiente seguiría el festival en la playa fluvial hasta bien pasada la sobremesa decidimos irnos a dormir para volver al día siguiente bien recuperados.
El domingo hubo una despedida constante a la vez que como tema principal de las conversaciones tuvimos la confirmación de que el espíritu del Reggae está mas vivo que nunca, y al menos en Reggaeboa se pudo sentir que queda por suerte muy lejos de las bazas comerciales que algun@s compañer@s quieren usar, aunque por poner la nota de responsabilidad habría que decir que no hay que caer en las repeticiones que por ejemplo se están dando en el dub-digital actualmente. Nos explicamos, hay una gran variedad de sonidos tanto nacionales como internacionales que hay que mostrar o descubrir según la función del emisor o receptor en este mundillo.
Y poco mas podemos contar… este festival es un secreto que vosotr@s mism@s debéis de descubrir.