Como vaticinamos con la llegada de la pandemia, los festivales de verano del planeta fueron cancelándose uno a uno.
Bien, pues quizá sea ya momento de comenzar a hablar sobre cuando realmente podría ser su regreso.
¿Y si los festivales no volviesen hasta el 2022?
Cuando el coronavirus se propagó, poco a poco, la decisión de cancelar se fue expandiendo por todo el globo terráqueo. Los festivales más importantes fueron dando la noticia. Desde el SummerJam en Alemania hasta el Reggae On The River en California, sin olvidar el Rototom Sunsplash que tan cerca nos queda. Todos tuvieron que suspender la edición de este 2020.
Sin embargo, a pesar de existir una vacuna en el mercado, es muy posible que este 2021 no veamos ese regreso tan esperado. La verdad es que se torna muy complicado el encuentro de grandes multitudes como resalta la prensa gubernamental. De todos modos, imaginamos que en los próximos meses comenzarán a aparecer los primeros comunicados de los grandes festivales respecto a sus propuestas; una vez se vayan confirmando las restricciones.
Por ello, probablemente, este verano tengamos que contentarnos con pequeños eventos al aire libre. De hecho, nos atrevemos a augurar que por regla general estas citas serán algo así como elitistas. Es decir, es muy factible que las entradas no sean muy asequibles y los precios para las consumiciones también tienen pinta de que serán un tanto desorbitados. El caso es que este ‘encarecimiento’ es hasta lógico, puesto que tanto los promotores, como los artistas o los mismos clubs tendrán que rentabilizar sus shows de aforo reducido.
Vaya, que si efectivamente se alarga este periodo de inactividad, los promoters y artistas que se precien tendrán que estar a la altura de las circunstancias para superar todos los desafíos. Sobre todo, hablamos de facilitar la asistencia a todo el público. No olvidemos que se avecina una crisis económica de la ostia. Entonces, ¿cuál sería la solución más fácil? Quizá toque negociar patrocinios para poder abaratar los gastos de sus fans. Pero claro, eso lo dice una Asociación Sociocultural sin ánimo de lucro… 😉