Si partimos de la idea de que el sound system es un medio para culturizar al pueblo, es decir, no sólo sirve para entretener a las personas que se acercan de una forma despistada. Entonces tendríamos que comenzar a pensar en el desequilibrio numérico que existe entre hombres y mujeres en esta cultura, ya que el famoso somos uno tiene su esplendor cuando es fruto de la unidad que se obtiene de la suma de ambos sexos.
El caso es que incluso consultando la propia historia es muy complicado encontrar nombres femeninos, a pesar de que esta tradición lleva muchos años presente. Podrás leer un montón de nombres de visionarios y rebeldes que hicieron la función de promotores, DJs, MCs o técnicos de sonido, pero lo dicho, pocas mujeres. Probablemente sea la hora de comenzar a cambiar ese legado para que las próximas generaciones de Reggae Addicts puedan disfrutar de esa verdadera unidad.
En los diferentes eventos se pueden ver a muchas mujeres entre el público, pero habría que preguntarse por qué les cuesta tanto a las mujeres cruzar la línea que marca el compromiso con el sound system y involucrarse en este movimiento. ¿Acaso no se les está ofreciendo la oportunidad de acceder a ello?. Aprovechamos esta pregunta para recordar que en la pasada Dub Academy celebrada en Rototom Sunsplash se pudo disfrutar de un bonito encuentro con Purple Rockets como protagonistas.
Quizá muchos hombres puedan pensar de que este trabajo no resulta atractivo para ellas debido a algunos de los problemas prácticos que conlleva una sound system, por ejemplo lo incómodo y pesado que resulta mover todo el equipo o las habilidades eléctricas que hay que tener para mantenerlo. Si esto pudiese ser un punto negativo, también habría que añadir que en muchos casos los discos de vinilo más especiales son guardados para los soundman, es decir, que hasta se les puede llegar a complicar la función de selectoras. Por lo que se podría llegar a afirmar que este negocio es mucho más difícil para las mujeres, incluso hasta a la hora de ser tomadas enserio, ya que son juzgadas por su género en vez de por sus habilidades musicales.
¿Y si buscamos aspectos positivos?. Bien, pues no habría que olvidar que la forma en que pincha una mujer es muy diferente. Mientras que los hombres en muchos casos tratan de ser más oscuros o intenten reproducir música no tan común en busca de la exclusividad de su propuesta, ellas pinchan canciones que les gustan de verdad y, lógicamente, eso se disfruta como público.
En fin, esperemos que no se malinterprete ninguna de las palabras utilizadas, ya que este artículo sólo pretende dar esa esperanza para que las mujeres tengan más relevancia en los próximos años y que a su vez desciendan algunas actitudes masculinas que impiden su auge. Es más, el equilibrio es lo más adecuado para una cultura que busca un cambio social.