En Jamaica, durante los años 40, el Impacto del Rhythm and Blues estadounidense fue vital para la posterior llegada del Ska.
Por esa razón, el R&B es considerado como uno de los géneros musicales más influyentes en la música popular jamaicana.
Los primeros pasos del Rhythm and Blues
En realidad, suele darse una pequeña confusión a la hora de identificar las primeras grabaciones del Rhythm and Blues, ya que en su estado más primigenio sonaba muy diferente a lo que se nos ofrece con esta etiqueta hoy en día. El R&B era un Blues rápido con un ritmo fuerte, donde los vientos tenían un papel protagonista. Asimismo, se vio fuertemente influenciado por lo que sucedía en los coros de las iglesias de los estados del sur de EE.UU. en los años cuarenta. Artistas de ascendencia africana como Rosco Gordon, Joe Turner o Louis Jordan son los más citados a la hora de identificar a los principales catalizadores de este género.
De hecho, Louis Jordan fue apodado como ‘El padre de R&B’, ya que fue el pionero de una técnica conocida como ‘jumping shuffle’. Jordan creó un ritmo que no se había escuchado antes, por lo que situó su propuesta en la vanguardia de la música de aquellos años. Nacido en 1908 en Brinkley, Arkansas, formó su primer grupo The Tympany Five a finales de los años 30, después de tocar con algunas bandas locales. Durante la década de los 40, Jordan obtuvo un sinfín de exitosas canciones. Por cierto, también es muy importante destacar su faceta como cómico musical, algo que se puede encontrar en grabaciones como «Ain’t Nobody But Us Chickens» o «Have You Got The Gumption».
Más tarde, en los 50, el R&B proporcionó la base para el Rock’n’Roll. Estrellas como Elvis Presley, Chuck Berry o Little Richard dependieron en gran medida del R&B y maestros como Jordan, Professor Longhair o Rosco Gordon. De hecho, el vínculo entre ambos géneros fue tan estrecho que a veces se usaban indistintamente para referirse a ellos.
La repercusión en Jamaica
Y hablando de influencias, Jamaica no escapó a la seducción del R&B estadounidense. Muchas de aquellas canciones fueron las que protagonizaron las noches de los bailes en los primeros sound systems durante los años 50 y 60. Comercialmente, se podría decir que fue la música que impulsó el negocio de los promotores de los primeros espacios conocidos como Dancehall, atrayendo multitudes masivas a estos lugares para escuchar sus canciones favoritas de R&B.
Piezas de R&B de Rosco Gordon como «No More Dogging» o «Going Home Tomorrow» influyeron en el ritmo de una serie de canciones jamaicanas, como «Easy Snappin» de Theophilus Beckford o «Boogie In My Bones» de Laurel Aitken. Es decir, estamos hablando de la transición del R&B al Ska. Sin duda, lo que sucedía en el sur de Estados Unidos con el Rhythm and Blues fue la mayor influencia para los músicos jamaicanos, quienes tan sólo modificaron el ritmo para crear lo que conocemos como el Ska. Sin olvidar, que todos aquellos personajes también bebieron del Mento, del Calypso y de los ritmos africanos.
Pero ya que tocamos el tema de la relación musical de Jamaica con Estados Unidos en aquella época, también es muy importante tener en cuenta el sonido de Nueva Orleans, un subgénero del Blues que se desarrolló en los años 40 y 50 con Fats Domino, Smiley Lewis, Professor Longhair, James ‘Sugar Boy’ Crawford, Johnny Adams, Guitar Slim o Champion Jack Dupre. Todos ellos también fueron muy populares en los bailes jamaicanos de finales de los 50. En realidad, sus composiciones sonaban muy parecidas a algunas de las creaciones de Louis Jordan, pero estaban muy influenciadas por el Jazz y los sonidos del Caribe.