Puede parecer un titular muy pesimista, pero no es ningún secreto que la música es cada vez menos original. Ciertamente, estamos muy lejos de aquellas décadas en la que Jamaica nos abastecía con un exquisito surtido de ritmos.
Por esa razón, y sabiendo que la música provoca distintas reacciones emocionales en los humanos, desde la depresión al éxtasis, es muy importante comprender a donde nos puede conducir este estancamiento.
¿Está la música inmersa en un periodo de decadencia?
En la actualidad, uno de los primeros datos que confirman la decadencia de la música es que gran parte de las canciones que se han publicado estos últimos años se parecen más entre ellas que lo que ocurría en otras décadas. Esto se debe a que las transiciones entre los grupos de notas han disminuido considerablemente durante los últimos años. Para que podáis entenderlo mejor, estas transiciones son como las palabras en un texto y lo que se ha observado es que cada vez hay menos palabras diferentes.
Debido a ello, cada vez nos resulta más fácil predecir que nota será la siguiente en las canciones más actuales. Esto significa que las canciones son cada vez más homogéneas, lo que nos lleva a pensar que es una acusación fundamentada lo de la típica frase de ‘todo suena igual’. Es una realidad que la mayoría de músicos actuales son mucho menos arriesgados al momento de moverse de un acorde a otro que antiguamente y, en su lugar, prefieren seguir los senderos ya definidos sin dar lugar a la experimentación. Vaya, que se podría hasta estar hablando de algo así como la gentrificación de la música, ¿verdad?
Además, casi como si se tratase de una regla general, la música actual emplea menor diversidad de timbres y se suele interpretar con sonoridades muy similares, provocado por usar casi siempre los mismos instrumentos y efectos. Por otro lado, en los últimos años ha aumentado el volumen intrínseco al que se graban las canciones, lo cual también sirve para maquillar las carencias que hablábamos. Un dato al respecto, la música aumenta de media 1dB cada 8 años. Es más, una receta habitual de nuestros días para hacer un hit es precisamente realizar cambios de acordes sencillos con instrumentos comunes y un volumen potente.
La música ya no transmite lo mismo
Por lo tanto, la idea que tanto se propaga entre los amantes de esta cultura sobre que la música no transmite lo que transmitía antes tiene una base científica y no se trata de un juicio subjetivo o ideológico. A ver, sobre gustos los colores como se suele decir. Sin embargo, a la hora de tratar de establecer ciertos criterios objetivos para evaluar la calidad o riqueza de un género o artista determinados, se pueden extraer conclusiones verídicas como habéis podido comprobar tras haber analizado la homogeneización, innovación o la predictividad.
No obstante, también queremos rescatar unas sabias palabras de Mad Professor cuando decía algo así como que hay mucha gente que ha olvidado que el énfasis tiene que estar en ciertas habilidades del productor, tanto en lo que se refiere a los conocimientos como ingeniero de sonido como en la destreza para superar los límites de la tecnología. Sólo de esta forma se podrá hacer algo creativo y, a su vez, es posiblemente la única manera de transmitir realmente sensaciones nuevas. Asimismo, Professor añadía que es un gran error pensar que simplemente ejecutando cierto BPM ya es suficiente.
Para finalizar, como decíamos al inicio de este texto, la música nos provoca una gran variedad de sensaciones emocionales. Por lo que de seguir ‘mecanizándola’ estaríamos perdiendo algo de gran valor entre los seres humanos. ¿Será este otra parte del gran plan para seguir convirtiéndonos en su rebaño?