A lo largo del 2021, descubrimos algunas de las canciones que conforman Temple Road, el último proyecto discográfico del francés Naâman.
Este trabajo vio la luz el pasado 18 de marzo y hoy queremos repasarlo con esta nueva entrevista de nuestra compañera Aurora Claval.
Entrevista a Naâman, Temple Road, por Aurora Claval
Hace relativamente poco tiempo, nos enteramos de que Naâman tuvo que luchar desde el 2019 contra un tumor cerebral que le obligó a cancelar su gira de conciertos y pasar por una operación. A pesar de todo, en esta entrevista tenemos a un Naâman luminoso, lleno de esperanza y espiritualidad. Nos hablará de su vida en India, de su pareja, de los placeres de la vida como de sus pruebas y de todo lo que le influyo para componer Temple Road.
Tu nuevo álbum tiene un título muy místico. ¿Qué nos puedes decir sobre ello y el proceso creativo de este proyecto?
El titulo hace referencia al nombre de la calle donde vivo en India y donde compuse Temple Road. Llevo ya siete años viviendo en este pequeño pueblo de Goa, donde una de sus calles fue nombrada Temple Road debido a sus dos majestuosos templos hindús. Temple Road también tiene una fuerte simbólica espiritual para mí. Los recientes acontecimientos que surgieron en mi vida me invitaron, más que nunca, a mirar hacia dentro.
Para lo del proceso de creación de álbum, no quise ningún freno a mi creatividad ni a la de mi equipo. Quería que nos dejásemos llevar por lo que surgía, sin ningún compromiso. Por eso confié plenamente en mi intuición, la dejé expresarse sin límites para que sea el hilo de desarrollo de este álbum.
¿Quién te acompañó para la producción y escritura? Llevas mucho tiempo trabajando con Fatbabs, ¿Cómo evolucionó vuestra colaboración a lo largo de los años y en este proyecto?
Trabajo siempre con Fatbabs hasta cuando se tratan de músicas compuestas por otros artistas, siempre acabará entre sus manos. Una sólida confianza nos une. Tiene una gran paciencia, trabaja muy bien, sabe muy bien lo que me gusta. Es por eso que es, sin sorpresa, el compositor de la mayoría de los instrumentales del álbum.
Con los años hemos ganado en proximidad. Tenemos un lazo muy fuerte, sabemos cuáles son nuestras fuerzas y como optimizar nuestro potencial. Para Temple Road, mi álbum más largo, decidí colaborar también con LFC para la producción de dos canciones. Quería algo muy específico para «Cheer Up» y «Take A Sip», y conociendo su trabajo y energía creativa, sabia que iban a estar a la altura de mis esperanzas. Mato Cirade, uno de los LFC pertenece al Deep Rockers Crew donde toca el bajo; así que fue muy natural trabajar con el.
Para componer, siempre me ha gustado escribir solo. Pero desde hace un par de años comparto mi vida con Karishma, mi esposa, y tiene una linda sensibilidad. Es muy hábil con las palabras y la poesía. Hasta su conocimiento del inglés a veces interviene en mis letras.
Antes de su salida oficial, descubrimos ciertas canciones como «Time is to Rebel» y «Lucky Day». ¿Qué nos puedes decir sobre ellas? ¿Qué quisiste transmitir?
A pesar de lo que parece, «Time is to rebel» habla de centrarse sobre lo que llevamos adentro. Más allá de las injusticias, la verdadera victoria está en realizarnos por completo, dejar expresar nuestra naturaleza profunda. Aquí es donde encontramos la respuesta a todas nuestras preguntas. Esta canción es un retrato de nuestras sociedades, pero habla sobre todo de nunca dejar de confiar en la vida y en el camino que nos ofrece pase lo que pase.
Aceptar una ayuda es a veces una gran lección de humildad. A veces es mucho más fácil dar que recibir. «Lucky day» entonces expresa la gratitud hacia el amigo que encontramos en el camino, aquel con el que podemos revelar nuestros defectos y angustias, y a través del cual podemos escuchar las palabras que necesitamos para encontrar la serenidad necesaria para nuestro viaje y sus retos.
Hablando de amigos. En este álbum tenemos un featuring con los dos cantantes de Dub Inc. Háblanos de la conexión de tenéis y de cómo se mantiene una relación artística durante tantos años.
Para mí son como mis hermanos en el mundo del reggae francés. Pasé tantas horas escuchando sus primeros proyectos dub cuando aún estaba en el instituto. Siempre admiramos la manera con la cual ocupan el escenario y comparten con el público. También es alucinante como llegaron a permanecer independientes tantos años sin dejar de ser el grupo más famoso del reggae francés. Les tengo un gran respecto por todo esto y mucho más.
Quiero añadir que también me reconozco mucho en ellos. Saben vivir con humildad, simplicidad y siempre dispuestos a ayudar. Nuestra relación es pura, simple y, entonces, muy linda. Siempre tendré algo que aprender de Dub Inc. Lo digo porque así fue a cada encuentro.
Temple Road tiene otros featurings. Marcus Gad y Losso Keita han sido invitados para este álbum. También descubrimos a Karishma, tu esposa, en «Endlessly» la última canción del proyecto.
El featuring con Marcus Gad y el de Losso Keita están estrechamente relacionados. He estado varias veces en casa de Marcus en Ariege, donde vivió un tiempo. Tenemos mucho en común, miramos en la misma dirección. Una cierta curiosidad espiritual nos anima. Admiro su trabajo y me reconozco en su trayectoria personal, por eso era obvio trabajar con él para Temple Road. En su casa conocí a Jasper, uno de los músicos del grupo Yélé, del que Losso Keita es cantante. Así es como se hizo la conexión.
Primero me puse en contacto con Losso para que grabará con su N’goni (guitara tradicional del Malí) en mi tema «Cheer Up», y rápidamente me di cuenta de que no ofrecerle un verso en el álbum sería un gran error. Así surgió nuestra colaboración en el tema «Maputo», un tema que nació en Mozambique. ¡Muy lejos de Burkina Faso, de donde es Losso Keita!
Con respecto a la última canción del álbum, Karishma es mi mujer, obviamente compartimos muchas cosas, sobre todo el gusto por los viajes y la música. En los últimos años hemos cantado y escrito mucho juntos. «Endlessly» es una canción nacida al otro lado del mundo, en una playa de la pequeña isla de Espíritu Santo en Vanuatu. Es un buen resumen de la energía que quería para este álbum.
Ahora háblanos del resto de las canciones. Por ejemplo Born Wild, su instrumental, su letra contrastan con On The Lookout. ¿Cómo trabajas la organización del álbum, las variaciones de energías y la musicalidad?
Siempre es algo que se hace de forma muy espontánea. Exploramos la música que nos gusta sin ponernos límites. Fatbabs suele ofrecerme un mínimo de 50/60 pruebas por disco, también reviso mis grabaciones telefónicas que son en su mayoría guitarras/voces. La guía definitiva para ordenar la lista es mi gusto musical, que deja un amplio abanico de posibilidades. Trabajamos en 25/30 canciones y terminamos con 17. La organización final de los temas es un poco como jugar al tetris, aunque sepamos bastante pronto cuáles serán la intro y el outro del álbum, el orden del tracklist sigue requiriendo varias semanas de escucha y reflexión.
En el álbum «Take a sip» es muy agradable con algo del estilo lovers ¿Qué puedes decirnos sobre este tema?
Antes hablé de LFC y este tema fue producido por ellos. Les envié mi canción con una simple guitarra y les pedí que la hicieran sonar como un homenaje a uno de mis artistas y canciones favoritos: «Cool Down The Pace» de Gregory Isaacs.
Estoy contento con el resultado, «Take A Sip» es para mí un paso adelante hacia lo que siempre me ha gustado del reggae. Soy un Lover Rocker de corazón, y no es ninguna revelación decir que los acordes mayores son los que más me hicieron vibrar durante mi adolescencia. El tema de metales fue compuesto por Stepper, que no necesita presentación, y los coros femeninos son de las cantantes jamaicanas Kim y Sherida, con las que trabajo desde hace varios años. La canción evoca la atracción de la primera mirada y la frustración de las historias incumplidas. ¡Esta canción es lo que he soñado decir innumerables veces en los últimos 15 años!
Ya nos ha dicho lo importante que es la India para ti. Este país fue un punto de cambio en tu vida y carrera. También está muy presente en el álbum. Es el momento de hablar del tema Sunrise of India, de su videoclip pero también de tu relación con este país que mencionas a menudo y que parecen en muchos de tus vídeos.
«Sunrise of India» es mi manera de expresar mi serenidad. La escribí en mi jardín una mañana cualquiera al borde de la selva. Se puede escuchar la voz juguetona de Karishma, grabada sin que ella lo supiera cuando le puse los auriculares en los oídos por primera vez para escuchar su voz en un micrófono. Llegué a la India con una visión del mundo muy occidental, basada en la visión dualista cristiana del bien y el mal, que el reggae también difunde a través del rastafari, basándose en la Biblia. Así que pensé que tenía una misión: hacer el bien, decir el bien y no parar nunca.
La India hizo añicos todo eso. Me di cuenta del extremismo con el que vivía mi vida, y de que el bien y el mal son ilusiones absolutamente subjetivas, o al menos no son dos enemigos opuestos como yo pensaba. A menos que nos conozcamos a nosotros mismos al 100%, lo que no es poca cosa, nuestra capacidad de acción se limita a un perpetuo deambular entre el deseo y la frustración, la memoria y la imaginación. Reconocer este proceso del que somos esclavos es un paso hacia la verdadera libertad, por lo que ser rebelde no es tanto resentir la ley de los hombres, sino sumergirse en lo más profundo de uno mismo y mirar su ignorancia a los ojos.
La India tiene un poder, más allá del tiempo y del espacio, que rompió el muro de mis certezas y abrió en mí nuevos ejes de comprensión de la existencia. Estoy infinitamente agradecido a este país donde los opuestos se encuentran.
También la India me ofreció el gran regalo de conectar plenamente con la naturaleza y vivir encuentros lejos de los que e pueden vivir en Europa. Vivo entre la selva y el mar, los animales que vemos en nuestro día a día son maravillosos. La cobra es una de ellas por eso aparece en el videoclip de «Sunrise of India» filmado por Karishma y su hermana Ashima. La casa en la que vivimos es de estilo Porto-Goannais con techo de tejas, no se cierra completamente y no es raro despertarse y ver una serpiente de 2 metros en las vigas sobre nuestras cabezas. Suelen venir a perseguir a los ratones que se esconden en el techo. Hemos visto todo tipo de serpientes de cerca en nuestra cocina y parece que estos animales están lejos de ser agresivos cuando no se sienten amenazados. Tememos más a los leopardos, pero verlos es una verdadera bendición. Vivir en un lugar lleno de vida salvaje es poderoso e inspirador.
Desde tu último álbum, has estado tocando mucho más en acústico y se ha publicado un EP acústico. ¿Por qué este «nuevo enfoque»?
Este enfoque acústico me gusta desde hace mucho tiempo, pero se nutrió mucho de mi vida en Goa, especialmente durante la pandemia. La proximidad de muchos músicos, junto con una nueva distancia con mi público, me hizo querer rellenar los huecos y compartir más, con sencillez. También fue una buena manera de dar vida a los temas de Temple Road.
Eres alguien que nos recuerda a menudo la importancia de estar agradecidos por la vida y por cada momento. Esto es lo que nos recuerda tu canción «Joy». ¿Cuál es la historia detrás de la creación de este tema y qué significa para ti?
Los acordes son de mi teclista Julian Mauvieux. Me parece que esto nació de una Jam Sesión en los backstages de un festival en algún lugar de Francia. La idea del coro se me ocurrió en Mozambique, ¡otra historia de bakstages! durante una improvisación después del concierto en Maputo. Con los músicos locales, Julian, Fatbabs y mi guitarrista Quentin Dupont, empecé a cantar «Joy» e inmediatamente los mozambiqueños se pusieron a cantar. Fue poderoso, la idea se quedó conmigo. Luego escribí el resto de la canción queriendo una colaboración con un coro.
En cuanto a la producción, quería algo que evolucionara, diseñado para llegar a una explosión final, este era el reto de Fatbabs y lo cumplió brillantemente. La oración más bella y poderosa es la que nace espontáneamente en el corazón. La que no está teñida de miedo o duda. La alegría del momento es el gran recipiente del amor.
Hace poco compartiste públicamente sobre la lucha que estás atravesando desde hace varios meses. ¿Podemos decir que la creación de este álbum te ha ayudado a enfrentarse a la adversidad? ¿Cómo consigues, a pesar de su lucha contra la enfermedad, fortalecer y seguir cultivando esa gran fuerza interior que siempre has demostrado durante todos estos años?
El álbum fue una expresión de todo lo vivido, de forma diluida. Algunas de las emociones angustiosas de los últimos años están en el origen de algunos temas como «Cheer Up» o «On The Lookout»… La música da sentido a mi vida y en ese sentido me ayuda a sobrellevarla. Creo que la enfermedad en general tiene el efecto de cultivar la fuerza interior. Es inconcebible para mí cuestionar lo que la vida ha elegido para mí, sólo puedo aceptar el camino que he tomado porque es el único, es mi camino.
Cuando por fin somos capaces de mirar las pruebas a la cara, descubrimos en ellas un poder infinito de transformación, de alineación. Concebir la muerte como una posibilidad cercana nos empuja a profundizar en nuestra comprensión de la existencia. ¿Quién soy yo? Obviamente, estas preguntas no tienen respuesta en los libros ni en Internet, pero mirar hacia dentro y ver los procesos que nos limitan es infinitamente poderoso y liberador. Este tumor cerebral sólo despierta en mí una profunda gratitud, que ha estado ahí desde el principio y que nunca me abandonará.