Hoy en día, con el modo de vida que han impuesto las redes sociales, hemos podido observar como muchas personas muestran reacciones muy peculiares ante la marcha de grandes artistas.
Sin embargo, tampoco les habían dedicado mucho tiempo antes de su fallecimiento. Por esa razón, hoy vamos a proponeros el contribuir con el verdadero resurgir de los artistas clásicos.
Salvemos la música Reggae
Antes de comenzar, nos gustaría rebobinar en el tiempo hasta hace algo más de tres años cuando ya hablamos sobre el tema de todos esos artistas de Reggae que está siendo olvidados a pesar de haber sido los impulsores de esta cultura. Este asunto fue publicado en abril del 2015 en el número 10 de nuestra revista impresa, más concretamente en un artículo al que llamamos «Salvemos la música Reggae» motivados por la lamentable situación de abandono que vivía Jackie Bernard de The Kingstonians.
En la actualidad, esto sigue siendo una triste realidad, puesto que hay muchos personajes que fueron los verdaderos protagonistas en la creación de esta música y que ahora no están recibiendo el merecido respeto. De hecho, muchos de estos artistas están viviendo en extrema pobreza sin la atención médica necesaria o el sustento básico, como alimento o un hogar. Mientras que otros pocos han podido disfrutar de grandes lujos, tanto ellos comos sus propias familias. Sin olvidar a todo ese conjunto de personas que se benefician a través de sus ‘business’ en los que hacen uso de los pilares de esta cultura.
Utilicemos las redes sociales
El caso es que la obra de los artistas clásicos, tanto los vivos como los ya fallecidos, debe mantenerse presente en las redes sociales y las distintas plataformas audiovisuales para que todo el mundo recuerde su enorme contribución a la cultura musical jamaicana. Por ejemplo, los community manager que llevan las cuentas de algunos de estos artistas están consiguiendo atraer a un gran número de seguidores, con publicaciones que recuerdan sus canciones más populares, álbumes o aniversarios.
Por nombrar a algunos casos, podríamos hablar de Dennis Brown, Jacob Miller, Gregory Isaacs, Peter Tosh o Sugar Minott, quienes tienen páginas muy activas. Y claro, como es lógico, Bob Marley lidera la lista con 70 millones de seguidores en Facebook y casi 4 millones en Instagram.
No todo lo que brilla es oro
En cambio, podemos encontrar muchos nombres que apenas superan los cientos de seguidores en sus redes. Dicho de otra forma, habría que concienciar a esos artistas o a sus familiares para reactivar su carrera en este nuevo mundo, con todas las posibilidades que nos ha descubierto internet.
Poco a poco, se toma más en cuenta toda la información que están reuniendo estas plataformas digitales, hasta tal punto que cada vez importa menos la calidad visual o auditiva de sus archivos. Es más, desde hace un tiempo están actuando como una fuente de educación muy legítima para que las generaciones futuras puedan descubrir la historia de este género.
El resurgir de los artistas clásicos
Ahora mismo, esa actividad en la red es fundamental para la correcta planificación de la continuidad del patrimonio cultural de los artistas clásicos, en cuanto a que también pueda seguir aumentando el valor de su legado. Pero, ciertamente, es algo por lo que no están apostando todos los artistas del ‘foundation’, ya que hablamos de un país, Jamaica, donde la atención se centra más en la propiedad tangible y financieramente estable.
Igualmente, debido a su edad, muchos de esos músicos ni siquiera tienen la capacidad de imaginar la oportunidad que les podría estar brindando internet respecto a que su música se mantendría más allá de su vida.
Ayudas como Dead Social y los activos digitales
Por cierto, hay organizaciones como Dead Social que están proporcionado recursos online para educar a las personas mayores sobre estos asuntos. Estos proyectos están ayudando a explicar qué se puede hacer con sus redes sociales y con el resto de recursos digitales que, probablemente, no hayan sido incluidos en su última voluntad y testamento originales. Esto tiene mucho sentido para los artistas que están considerando su planificación patrimonial, no solo cómo se distribuirán los activos físicos o financieros, sino cómo les gustaría ver en un futuro su obra digital.
Entonces, si los artistas y su entorno reconociesen finalmente la importancia de esa presencia en las redes sociales. El siguiente obstáculo que se tendría que superar es determinar el valor de los activos digitales y lo qué significa preservar esa presencia en las redes sociales para los fallecidos y sus beneficiarios.
Nuestra misión
Por último, las personas que amamos esta cultura también tenemos la misión de mantener viva la obra de todos esos artistas y no sólo cuando nos ha llegado la noticia de su muerte. Entonces, ¿ayudamos a que su legado sea más visible? No obstante, es mucho más sencillo y enriquecedor de lo que parece.
Pero claro, antes tendríamos que quitarnos la manía de difundir sólo la novedad o de ser la primera persona que… ¿no?