Hace unos meses, Ce’Cile advertía sobre como el dancehall estaba perdiendo terreno en Europa frente a las propuestas africanas. Aunque en este tiempo también hemos podido corroborar cómo artistas del mainstream han recurrido a sus ritmos y a su estética.
El caso es que se ha hablado mucho del estado actual del Dancehall y, la verdad, eso ya es una señal de que está «vivo y coleando».
Nos encontramos en una época donde los aficionados al Dancehall pueden acudir a plataformas como Soundcloud o Youtube para descubrir más y más música. Vamos, que ya no hace falta esperar a que aparezca un amigo con los últimos vinilos que ha traído de lugares como Londres o la misma Jamaica. En otras palabras, estamos en un momento ideal que no tiene nada que ver con los orígenes de este estilo musical en la Jamaica de los años 80, en cuanto a todas las posibilidades de difusión que ahora tiene.
Si os parece, vamos a hacer un pequeño repaso por el recorrido del Dancehall en el país líder en «hacer caja» con la música, Estados Unidos, para intentar comprender un poco mejor estos días que vivimos. Sin duda, es un hecho la confirmación de una importante longevidad de la música Dancehall en América del Norte. Los primeros grandes trofeos llegaron con la avanzadilla de Shabba Ranks a principios de la década de los 90, que como todos sabéis acabó siendo un fiasco debido a las polémicas declaraciones del jamaicano en relación a los homosexuales.
Mas tarde, a principios de siglo, el Dancehall realizó unas de sus conquistas más relevantes cuando comenzó a sonar en los clubs de Estados Unidos. Poco después, este ritmo se iría extendiendo poco a poco en la música Pop comercial de Norteamérica a través de sus ritmos infecciosos. Uno de los responsables de aquellas victorias fue Sean Paul con temas como “Gimme The Light”, “Get Busy”, “Like Glue” o “Shake That Thing”. Por cierto, el disco que contenía todos esos big tunes cumplirá 15 años este próximo noviembre, hablamos del Dutty Rock.
Pero a pesar del gran éxito obtenido por el género, fueron muy pocos los artistas que consiguieron firmar con los principales sellos discográficos. Además, los jamaicanos tuvieron muchos problemas a la hora de conseguir los visados para poder viajar a Estados Unidos y promocionar sus canciones. Por ello, con el paso del tiempo, el interés por estos sonidos decayó… hasta hace bien poco, como habréis podido comprobar con los recientes pasos de Drake o la Rihanna de turno. Y bueno, también hay que citar a Ed Sheeran y Lucas DiPasquale, ¿verdad?.
Como muestra de esta segunda oportunidad, podemos estudiar los movimientos de algunas grandes discográficas en este último periodo de tiempo. Una de las iniciativas que no hay que olvidar es la jugada de Atlantic Records cuando firmó con Kranium, un artista nacido en Jamaica pero que emigró a Miami a los 12 años de edad. Este tipo de acciones lo que pretende es crear artistas de Dancehall más adaptados al mercado yanqui, ya sabéis, con letras menos conflictivas y pronunciación más correcta.
Por cierto, existe un artículo muy esclarecedor que fue publicado en 1991 en el New York Times. Su autor, Jon Pareles, intentó introducir las claves de este género a los lectores de dicho periódico. Por ejemplo, él decía que el Reggae llegó a todo el mundo en los años 70 y 80, mientras que el Dancehall, con su vocabulario y acento, parecía estar forzado a ser excluido. En este link se puede echar un ojo a dicho texto.
Ahora, en la actualidad, hemos llegado a un punto en el que se puede contemplar como el Dancehall se ha introducido de lleno en el más puro mainstream. Vaya, incluso las multinacionales han visto el potencial comercial de esta música. Un ejemplo lo tenéis con Popcaan y una reconocida marca de prendas deportivas.
En realidad, en otras publicaciones de DotheReggae ya se ha lidiado con los temas derivados de la comercialización del Dancehall, pero hoy queremos aportar la idea de que necesitamos más ingredientes en esta sopa. Es decir, para asegurarse de que el Dancehall siga manteniendo el espíritu jamaicano, se requiere una nueva ola de artistas para dejar lo antes posible de escuchar las mismas voces una y otra vez. Un hecho que se da muy a menudo en las Dancehall parties actuales y que inexorablemente nos conduce a la extinción.
Por último, podéis estar bien seguros de que en los próximos 10 años todos los tipos de música van a estar más y más mezclados, ya que las diferentes culturas del planeta están entrando en el mercado global y el Dancehall se está convirtiendo en una de las nuevas tendencias.