Desde finales de los años 60, siempre ha existido una estrecha relación entre el movimiento okupa y el Reggae.

Lógicamente, este vínculo comenzó en UK, pero a lo largo de los años se ha extendido por el resto de Europa Occidental.

Sin Okupas hay menos Reggae

El origen del movimiento okupa

El fenómeno okupa tiene sus orígenes en el Reino Unido de los años 60, cuando grupos contraculturales llamados squatters se establecieron de forma más o menos permanente en inmuebles que no eran utilizados por sus dueños. La idea principal era convertir edificios vacíos en viviendas o en base de operaciones de actividades culturales. No obstante, según ya os hemos contado en artículos como el del «aburguesamiento de Brixton», los primeros pasos de los sound systems en Europa estuvieron muy ligados a estos primeros squatters ingleses.

El movimiento okupa se extendió rápidamente por Europa con distintos matices en cada caso. A finales de los años sesenta, muchas ciudades alemanas empezaron a ser objeto de numerosas «hausbesetzung» (ocupación en alemán). Esto estuvo relacionado con la revolución de estudiantes de 1968. Asimismo, en Dinamarca, en los primeros años 70, se alcanzó uno de los grandes hitos: la conquista de la ciudad libre de Christiania.

Holanda, todo un ejemplo

Un poco después, a finales de los años setenta, estudiantes holandeses y antiguos provos (un importante movimiento contracultural) ocuparon muchos edificios deshabitados. Por entonces, y hasta bien entrados los 80, la ocupación (Kraker en holandés) fue muy popular entre los jóvenes de Amsterdam.

De hecho, Holanda es el país europeo donde se podría decir que el movimiento okupa se ha estabilizado al encontrar una actitud de diálogo y apoyo por parte de la administración. En este sentido, existe una ley que establece que un inmueble tan solo podía estar un año sin que nadie hiciera uso. Por ejemplo, en Amsterdam, el ayuntamiento publica un catálogo de casas ocupables.

¿Y en esta zona del planeta?

Precisamente, en apenas dos meses se cumplirá el 35 aniversario de la primera okupación en este territorio. El 07 de diciembre de 1984, en Barcelona, una veintena de chavales decidieron dar el salto. Eligieron un antiguo ambulatorio que llevaba 18 años abandonado en el número 18 de la calle Torrent de l’Olla.

Y ya que hemos llegado a este punto, nos gustaría recordar el documental «Dub it yourself», un proyecto que nos recuerda como el Reggae tuvo un aliado fundamental en el movimiento okupa en Barcelona. Del mismo modo, este audiovisual también nos habla de cómo el Reggae ha abandonado los centros sociales para pasar a sonar en los clubs de moda. En fin, que si no lo habéis hecho ya, os recomendamos echar un ojo al docu para comprobar el porqué las personas que amamos la cultura musical jamaicana tenemos que estar agradecidos a lo que se consiguió a través de estos espacios liberados.

La persecución

A partir de los años 80 / 90 hubo un notable repunte en el interés de criminalizar las ocupaciones en Europa occidental. Bueno, y en la actualidad no dejamos de ver casi a diario como los medios de comunicación desprestigian al okupa hablando del daño que hacen a los propietarios. En cambio, nunca hablan de la función social de estos espacios. Muy probablemente, esto es debido a que bajo sus techos se cultivaron una serie de ideas que no comulgaban con el sistema opresor que siempre ha controlado este mundo. Esas ideologías serían el pacifismo, anticapitalismo, antirracismo, antiglobalización, antifascismo, feminismo

El caso es que no debería quedar la cosa en simples etiquetas. Es más, para que esto no estuviese limitado a lo que te cuentan habría que pisar estos centros sociales para disfrutar de sus bibliotecas o para contemplar los diferentes talleres que allí se imparten. Además, no podemos olvidar que, durante décadas, estos espacios han sido el escaparate de un montón de artistas de diferentes disciplinas. Es decir, en estos lugares se comparten y experimentan formas de vida colectivas. Sin duda, los okupas abren las puertas que otros cierran.

Sin Okupas hay menos Reggae

La persecución de la que hablamos, unida a los innumerables desalojos, ha significado que los músicos de entornos más pobres les sea prácticamente imposible el dedicar tiempo a su arte, ya que hay que ajustarse a un trabajo con el que poder comer. Dicho de otra forma, parece que a menos que los papis tengan dinero no se puede ser músico. Vaya, que quizá por eso el mensaje de la música actual sea tan vacío y lleno de hipocresía. Entonces, ¿se podría decir que el pueblo está perdiendo el poder del Reggae? Por todo lo visto hasta el momento, está claro es que sin okupas cada vez habrá menos Reggae. Además, tristemente, este proceso está provocando que, tanto el mensaje del Reggae como sus gentes, cada vez sean más light.

Por último, habría que destacar que en estas latitudes las okupas también han sido un hogar para los sound systems. De hecho, queríamos despedir este artículo con la alarma que está viviendo la ciudad de Madrid. Hace un par de días sufrimos el desalojo de La Dragona, un centro que entre otras muchas actividades relacionadas con la música jamaicana vio nacer el despertar del movimiento Sound System con el nacimiento del festival Organic Roots. Por otro lado, La Ingobernable, también está siendo amenazada por las autoridades municipales. En los últimos años, este edificio emblemático ha sido un motor para la escena sound system de la ciudad.

Sin Okupas hay menos Reggae