Durante este último periodo, se está repitiendo una tendencia que consiste en que los artistas jamaicanos están más centrados en el mercado internacional después de alcanzar el éxito.
Este hecho ha originado un debate que cada vez está siendo más protagonista en las conversaciones musicales de la isla.
Entre los años 2012 y 2014, hubo un fuerte resurgir de la música Reggae en Jamaica, incluso sobrepasando a la escena Dancehall. Sin embargo, el movimiento ha durado hasta que hemos arrancado con este año 2016, en el que la presencia del género en la isla ha caído bruscamente hasta situarse en un momento muy similar al de antes del boom.
El Reggae parece dar frutos más consumibles en el mercado extranjero. Por ejemplo, esto se puede ver echando un ojo a las nominaciones de los últimos Grammy. En estos premios, el Dancehall ha sido un poco dado de lado, ya que aparte de Devin Di Dakta, quien está nominado por un álbum en colaboración con Sly & Robbie y JL, las estrellas del género, como Vybz Kartel o Alkaline, han sido incapaces de conseguir estar entre los elegidos. Algo que marca un grandísimo contraste con lo que está sucediendo en Jamaica, donde la escena Dancehall sigue dominando claramente tanto la radio como los eventos locales. Os recomendamos echar un ojo a nuestro artículo sobre la compleja relación entre el Dancehall y la industria discográfica.
Una de las pistas que pueden conducirnos al porqué de esta situación es lo que os adelantábamos al principio de este artículo. Los artistas Reggae han dejado de mostrar sus trabajos en la isla con lo que se están creando una lamentable reputación entre sus compatriotas, ya que están viendo como abandonan la escena musical local una vez que han conseguido la aceptación en los mercados internacionales. Por ello, el pueblo jamaicano piensa que estos artistas se están olvidando de que las calles de Jamaica fueron las responsables de situarles donde están ahora, porque allí el Reggae y el Dancehall todavía siguen siendo resultado de las calles.
Artistas como Iba Mahr, Jesse Royal, Jah Bouks o Droop Lion, quienes parecía que tenían todo listo para dar otro gran paso en cuanto a la evolución de estos últimos años, han estado constantemente realizando eventos a nivel internacional, pero en cambio han desaparecido a nivel local. Probablemente, tendrían que darse cuenta de que ningún artista es más grande que las calles que le vieron nacer, ya que incluso la propia historia de este género ya nos dice que una canción no puede llegar a ser un éxito sino lo difunden las personas.
Pero siempre hay al menos dos formas de ver un mismo hecho, puesto que también se podría decir que los artistas están ocupados en expandir su música, ya que con el mercado jamaicano no se puede sostener una carrera musical. De alguna forma estos artistas están aprendiendo el funcionamiento de otros mercados fuera de la isla y adentrándose en el planeta musical de la música étnica, algo para lo que se necesita más tiempo y buenas canciones. Algo que está en contraposición de lo que sucede en la isla, donde es necesario estar promoviendo constantemente la música debido a la saturación que tiene ese mercado, que a veces llega a ser muy similar a la comida rápida.
Por otro lado, Fantan Mojah se quejó que los selectores jamaicanos no estaban promoviendo la música Reggae. Este tipo de hechos también llega hasta las propias producciones, ya que muchos artistas están comenzando a desarrollar una mayor confianza con los productores europeos porque están más dispuestos a trabajar y promover artistas de Reggae. Incluso Fantan Mojah ha llegado a declarar que los selectores locales están en contra de esta música.
«Tienen todo el tiempo del mundo para ir a internet y descargar la música negativa que luego pinchan, pero nunca encuentran un hueco para hacerse con música consciente. Ellos no quieren promover esta música», dijo Fantan Mojah.