Viajamos en el tiempo para recordar el lanzamiento del «Jah Blessing» de Luciano y Sizzla, una canción que se publicó en 1998 a través del prestigioso sello Xterminator. Es decir, junto al productor jamaicano Philip ‘Fatis’ Burrell.
Sin ningún miedo, se podría decir que este anthem de finales de los noventa es uno de los tunes más representativos de los orígenes del nu-roots.
Recordando el «Jah Blessing»
Corría el año 1998 cuando se publicó el Babylon Homework Riddim en Xterminator Records. Efectivamente, en ese ritmo aparecía el mítico «Jah Blessing» de Luciano y Sizzla, junto a otro par de tunes: «In The Streets» de Prince Malachi y el «Babylon Homework» de Sizzla.
En este track imprescindible del Nu-roots, nos encontramos un mensaje claramente rasta en el que Jepther McClymont y Miguel Orlando Collins, más conocidos popularmente como Luciano y Sizzla, se intercalaban en el micrófono para dejarnos bien claro que hay que apostar por el verdadero amor para poder deshacernos de la presión del sistema y sus efectos devastadores.
No obstante, esta canción también la podemos encontrar en uno de los primeros álbumes de Sizzla, el Freedom Cry; una auténtica obra de arte de aquella época donde brillaban pistas como «She’s like the roses», «Dem ah try ah ting» o «Lovely morning», entre muchas otras.
Philip «Fatis» Burrell
Del mismo modo, otro de los responsables de esta pieza fue un ilustre productor jamaicano llamado Philip ‘Fatis’ Burrell. En 1989, Burrell arrancó con su proyecto discográfico llamado Exterminator, que poco más tarde se convertiría Xterminator. En este sello, grabaron artistas de la talla de Ninjaman, Ini Kamoze, Admiral Tibet, Cocoa Tea, Beres Hammond, Johnny Osbourne, Everton Blender, Buju Banton, Capleton, Anthony B, Turbulence y muchísimos más nombres que conforman una lista casi infinita.
Por último, «Jah blessing» es uno de los mejores ejemplos de lo que hacían los productores en la isla a finales de los 90. Sin duda, eran años de buenas cosechas musicales con unos ritmos trepidantes, que estaban muy bien acompañados por melodías y mensajes más que necesarios, tanto que incluso se podrían relacionar con la mayor actividad de sounds y singjays en nuestras latitudes.