Hace unos meses, le dedicamos una serie de artículos a los dubplates, la importancia de los temas exclusivos.
Sin embargo, no hablamos sobre los dubplates fakes, así que a continuación vamos a tratar este polémico asunto.
Se han dado muchos casos a lo largo de la historia, en los que productores, sound systems y selektahs han sido victimas de la misma estafa, los dubplates falsos. Este tipo de engaño es perpetrado por jamaicanos que imitan la voz de artistas locales. Es decir, han contratado la grabación de un artista, pero estas personas les entregan un material donde otro cantante le ha suplantado la voz.
En realidad hay una variante llamada dubplate splice, probablemente la más popular, que consiste en que la voz es la del artista real, sin embargo, se usa una voz similar para insertar el nombre y los datos que haya querido destacar el sound system o el selektah que haya pedido el dubplate. Si esto se hace correctamente, una vez que la acapella se coloca en el riddim, es muy difícil descubrir la diferencia.
Pero ojo, el splicing también es un gran negocio para los propietarios de los estudios y para algunos artistas que con este método se ahorran mucho trabajo. Los dubplate specials se han convertido en una importante entrada de dinero para muchos artistas jamaicanos, una buena forma de obtener ingresos adicionales.
Hace unos años, Tarrus Riley dijo que no volvería a grabar dubplates para acabar con el negocio que estaban llevando los estafadores a la hora de usar su nombre para engañar a sus fans. Tarrus declaró en los medios que ya no quería ser parte de una industria que se había corrompido. Su solución fue tan sencilla como decir que si él anunciaba que ya no haría dubplates, entonces nadie podría beneficiarse de ninguna venta falsa.
La verdad es que esto es algo mucho más corriente de lo que podemos llegar a imaginar. En la actualidad, por este tipo de prácticas, los interesados esperan hasta que los artistas viajan a sus países para obtener este tipo de grabaciones; así se están asegurando que el registro es realmente con ellos. Pero claro, esto es un freno para el intercambio cultural que nos ofrece la isla. No obstante, siempre queda la opción de pedir un vídeo para asegurar la autenticidad del artista.
Por otro lado, también se da el caso de que saben que están grabando un dubplate falso. De esta manera se están ahorrando el pagar el precio que vale el artista real. Vaya, que por triste que sea, hay muchas personas que están pasándose al splicing por tener una buena calidad / precio. En definitiva, esta situación es muy poco agradable. De hecho, son muchas las voces que denuncian esta técnica, puesto que no tiene nada que ver con la auténtica cultura sound system; además de que también están faltando el respeto al propio público.