Recientemente ha vuelto a surgir la controversia con la imagen de un artista asociada a una gran marca. La semana pasada, Chronixx anunció su colaboración con Adidas cuando compartió una foto en Instagram con ropa de la marca mientras mostraba su destreza con un balón de fútbol.

Con este motivo, os ofrecemos las impresiones de I-Octane respecto a la escena Reggae Dancehall y las grandes marcas.

La próxima colección de primavera / verano de Adidas llevará la cara de Chronixx, un nuevo movimiento de la marca para potenciar sus Adidas Originals. La línea SPEZIAL dirigirá nuestra atención a los rasgos comunes entre la sociedad británica y la cultura Reggae de Jamaica a través de ese «amor tan vendible» que comparten. Hablamos de su supuesta pasión por la música y el fútbol.

A pesar de esto, se dice que es imposible hablar con Chronixx acerca de la moda sin discutir que hay cosas mucho más importantes que las camisetas o las zapatillas, con afirmaciones del tipo es mejor estar bien que vestir bonito.

El caso es que hace escasamente un año ya os hablábamos de estos paralelismos en nuestro artículo colección de primavera rasta, donde hacíamos referencia a la utilización comercial de la imagen del Rastafarismo.

Hoy mismo se ha publicado la reacción de I-Octane a este tipo de asociaciones. El cantante cree que los artistas no deben rehuir de la fusión de sus talentos con las grandes empresas, ya que esto en absoluto es un movimiento «sell-out».

I-Octane, que ha trabajado como representante de compañías como Busta, Golden Eagle o Digicel, puso como ejemplo el importante empujón que han vivido las carreras de grandes estrellas, como Drake y Rihanna, debido a las colaboraciones con corporaciones del tipo Apple y Tidal. Sin duda, estas operaciones ofrecen una suculenta entrada económica que, como es lógico, es muy bienvenida tras la caída de las cifras de discos vendidos.

«A nosotros, como jamaicanos, no nos gusta que nos identifiquen con una marca comercial. La gente cree que los artistas nos estamos vendiendo si lo hacemos, por lo que está claro que no se está entendiendo la parte comercial. Cuando alguien lo intenta y lo consigue suele parecer extraño ante sus compañeros», dijo I-Octane.

El artista también arremetió contra los críticos en relación a Shenseea, ya que estos insisten en que la cantante ha llegado a la fama demasiado rápido. Mientras que I-Octane es de la opinión de que el equipo de Romeich Records está haciendo exactamente lo que debe hacer en términos de acuerdos con grandes marcas comerciales.

También habló de los ejemplos de otros compañeros, como Shaggy y Sean Paul, quienes de alguna forma han sido los que han realizado esa transición. I-Octane señala el inmejorable resultado de esos movimientos, que ha significado el desarrollo de sus propias marcas, y apuesta que ese es el camino a seguir.

Actualmente el cantante está promoviendo un nuevo álbum autoproducido que ha titulado «Love and Life», del que ha llegado ha decir que lo importante no será la cifra de ventas de este disco, sino el seguir estableciendo su propia marca.

I-Octane

«El descenso de las ventas en el Reggae era inevitable, porque desde el primer momento nunca tuvimos una infraestructura. nuestro business siempre ha sido el resultado del ensayo y el error porque comenzamos de una forma muy informal. En otros países, tu vas a una escuela de músicos y en el momento que sales ya eres completamente un artista», afirmó I-Octane.

Por ir acabando, vamos a dejar unos cuantos datos para poder ver el impacto de estas relaciones comerciales. Jay-Z, a través de un acuerdo con Samsung, fue capaz de vender un millón de copias de su álbum Meagan Carter antes de su lanzamiento. Mientras Drake, quien firmó un contrato 20 millones de dolares con Apple Music, consiguió alcanzar el top de iTunes a nivel mundial en el 2016.

Por cierto, no olvidéis el debate actual que vive Jamaica respecto a la falta de apoyo del gobierno a la hora de atraer más capacidad económica a la escena musical de la isla para poder conseguir más difusión. Podéis repasarlo en este link.

Chronixx