Dub Inc son uno de los protagonistas de la portada del número 18 de la revista DotheReggae, la única publicación impresa del área dedicada a nuestra cultura, que ya puedes encontrar en todos los puntos de distribución.
Los franceses, tras sus dos últimas visitas a Madrid y Barcelona, han vuelto a demostrar que son una de las bandas con mayor índice de respuesta entre el público de este territorio.
Como todos vuestros fans saben, Dub Inc tiene su sede en Saint-Étienne. ¿Puedes hablarnos un poco de esta ciudad?
Todos venimos de una ciudad que se llama Saint-Étienne, una pequeña ciudad industrial francesa con un pasado minero. De verdad, con su historia y su pasado, es una ciudad en la cual la gente tiene que luchar para poder seguir adelante. Realmente, creo que nuestra independencia y nuestras ganas de “do it yourself” es gracias a la mentalidad que tiene esta ciudad. Lo digo sinceramente, no es una caricatura, y es por eso que no paramos de decir que estamos muy orgullosos de esta ciudad. También somos una ciudad muy orgullosa de su equipo de fútbol. Nosotros no pertenecemos a ese entorno, pero muchas veces solemos comparar Dub Inc con el equipo de Fútbol de Saint-Étienne porque la población, los Stéphanois, sabe como apoyarnos. Así que si, empezamos nuestra historia en Sain-Étienne y todo se ha desarrollado a su alrededor a lo largo de estos años.
¿Qué os diferencia de otras propuestas musicales? Háblanos de vuestra decisión por trabajar de forma independiente.
Pues al principio no tuvimos esa opción. En Saint Étienne no hay nada para ayudar a los artistas, ni para la producción de discos, ni para planear giras. Empezamos justo cuando acabamos el instituto en 1998, apenas teníamos el bachillerato y no conocíamos nada del universo de la música, pero nada de nada. Entonces improvisamos, nos organizamos juntos, creamos una asociación y poco a poco descubrimos este entorno. Claro que cometimos errores, nos equivocamos, pero aprendimos mucho de todo eso y entendimos que es mejor equivocarse solos que dejar que alguien fuera del grupo cometiera esos errores. Cada vez que intentábamos trabajar con alguien, siempre había un momento en el que ya no podíamos más, no estábamos de acuerdo. Nunca nos gustó que alguien nos dijera qué hacer artísticamente. Entonces preferíamos asumir nuestros errores y seguir hacia adelante así.
Después de tantos años juntos ¿ha sido un camino fácil o un viaje muy duro?
Bueno, hubo momentos difíciles; por ejemplo cuando nuestros colaboradores se declararon en quiebra y desaparecieron con nuestro dinero. Entonces había que sobrepasar eso financieramente y se tornó muy difícil con el poco dinero ahorrado que teníamos en esa época. Ahora es diferente, tenemos más peso, estamos más armados para afrontar este tipo de problemas. También hemos vivido periodos muy duros cuando dos músicos del grupo se marcharon porque ya no podían más con las giras. Eso destruyó un poco el equilibrio que teníamos y es bastante complicado perder eso en un grupo. Pero a pesar de todo, creo que es gracias a este espíritu que siempre tenemos de unidad y familia lo que hizo posible el sobrepasar todos esos problemas.
¿Entonces es esa conexión que tenéis la que os ayuda?
Sí, y también creo que es porque nunca tuvimos ganas de convertirnos en famosos y ser un gran grupo. Es decir, siempre nos satisfacía lo que ya teníamos en el presente. Por ejemplo, cuando tocábamos en los bares nos sentíamos felices y bueno, poco a poco salieron cosas nuevas más importantes pero a lo largo de este crecimiento siempre teníamos la impresión de llegar al tope, al máximo de lo posible; como ahora mismo tenemos la impresión de estar en nuestro apogeo, pero cada año el grupo sigue creciendo. No queremos ni pedimos más de lo que tenemos y hace mucho tiempo que pensamos así, pero el destino siempre nos ofrece más.
Hay muchos mensajes diferentes en vuestra música pero ¿cuál es el más presente e importante en Dub Inc?
Lo más importante que queremos e intentamos vincular es la imagen del mestizaje de la juventud, aunque ya no somos jóvenes (risas). Porque claro, somos una formación en la que todos venimos de orígenes geográficos diferentes. En efecto, dentro del grupo, tenemos a argelinos, griegos o italianos. Para nosotros, eso representa la juventud mundial de hoy en día. También tenemos orígenes sociales diferentes. A través de nuestro comportamiento, las canciones y los conciertos, intentamos enseñar a la gente que a pesar de ser muy diferentes hace casi veinte años que estamos juntos. Y aún así, seguimos haciendo un montón de cosas positivas que disfrutamos plenamente.
Para lograrlo hay que saber escucharse el uno al otro y tomar el tiempo necesario para poder resolver los problemas que van surgiendo, pero siempre juntos. Entonces nuestro mensaje es realmente un mensaje de unidad y se transmite a través de las letras, donde tratamos temas sociales y de actualidad. Por otro lado, el hecho de que todos somos diferentes en el grupo nos permite hablar sobre muchas cosas, lo cual hace que más personas se puedan reconocer en nuestras canciones.
En vuestras obras se puede encontrar una gran cantidad de conocimiento. ¿cómo es vuestra forma de componer?
Creo que todo viene de las discusiones que tenemos juntos. Somos un grupo cuyos miembros hablamos mucho. Y también a la hora de componer, cuando queremos desarrollar una canción estamos todos en el estudio. Es decir, que cuando preparamos un álbum planeamos un periodo de aproximadamente 9 meses. Durante ese tiempo, nos juntamos 5 días a la semana en el estudio desde las 10h hasta las 17h. Los cantantes son los que escriben la letra y todos leemos los textos, hablamos de lo que está escrito, corregimos y del mismo con los instrumentos. Para la música todos damos ideas, y siempre las trabajamos juntos, también con los cantantes, y pasamos mucho tiempo hablando tanto sobre la letra como la música.
Si yo quisiese hacer un álbum solo, quizás me llevaría unos 2 meses pero como componemos 7 personas se necesita más tiempo. Al final siempre tendremos algo diferente, por ejemplo, cuando hacemos un riddim no sólo intentamos hacer uno como los jamaicanos sino que intentamos abrirnos a la creatividad. Empezamos con bases que nos gustan y que conocemos del lado jamaicano pero le añadimos otras influencias como las de África del Norte o de otras músicas como el Hip-Hop.
Con el paso de los años se ha podido observar una atracción por el Inglés. Cuéntanos qué ventajas os ha aportado esta decisión.
Nosotros nunca hemos hecho una canción entera en inglés, pero siempre fue una voluntad más musical que para comunicar algo.
Entonces, ¿no es para vincular un mensaje universal que todos puedan entender en cualquier lugar del mundo?
No, no, y por cierto cuando estamos fuera de Francia para hacer conciertos no hacemos más canciones en inglés que en Francia. Simplemente es que la inspiración les llega a los cantantes a veces en francés, a veces en inglés o en Cabilio también. Y cuando tienen algo en inglés pues lo dejamos en inglés y no intentamos modificarlo. Alguna vez quisimos cambiar y poner más inglés para adaptarse al extranjero, pero al cantarlo nos dimos cuenta que era mejor en francés y es mejor guardar la inspiración tal como llega.
En nuestro último álbum pensábamos que íbamos a tener más inglés en nuestras canciones y al final la inspiración no llegó así. Teníamos dos canciones totalmente en inglés que queríamos poner en el álbum, pero al final era menos impactante y decidimos dejarlas fuera. Nunca calculamos eso, no hablamos específicamente a un tipo de personas, pero es verdad que como hacemos cada vez más conciertos fuera de Francia, los cantantes mejoraron su inglés y ahora es más fácil tener inspiración en dicho idioma y eso influye sobre nuestra música. Cuando los cantantes escriben, el punto de salida es una melodía y un “yaourt” sin palabras concretas, onomatopeyas en freestyle que poco a poco se adaptan a frases específicas, sobre todo Akim.
Por cierto, probablemente una de las claves de vuestro éxito también sea vuestra organización en cuanto a una especie de tour que nunca para. Nos gustaría saber de dónde sacáis tanta energía.
Lo primero que ves cuando vienes a nuestros conciertos es que el público es verdaderamente una parte muy importante del show. Para nosotros nos es inimaginable tocar en frente de gente que está sentada mirando al escenario. Necesitamos compartir nuestra energía con el público y, a su vez, eso es lo que ellos nos demandan. De verdad, recibimos tantas energías positivas, no son sólo palabras lo digo sinceramente, que es realmente una adicción. También somos aficionados a los encuentros, nos gusta ir de fiesta, comer y todo eso nos da ganas de viajar.
Ahora que nos ganamos la vida de una forma digna podríamos decidir quedarnos en Francia, pero preferimos poner un poco de dinero en hacer tours en países lejanos como India o América del Sur, más “Rock’n Roll” y menos clásicos pero en los que disfrutamos a tope. Y cuando hicimos canciones como “Grand Périple” lo que queremos mostrar es que nuestra vida está hecha de encuentros, de amistades, que necesitamos viajar, abrir nuestra mente. No sólo somos músicos sino que somos un poco mochileros.
Este año pasado habéis tocado en el Rototom o el Reggae Sun Ska pero también en un montón de salas. ¿Dónde os sentís más cómodos?
Creo que cada uno en el grupo tendrá su opinión sobre esta pregunta. Por mi parte (Zigo) me gustan más las salas de 500 o 1500 personas. Las prefiero porque en ellas se siente realmente el público. Se ven bien las miradas. Yo estoy con la batería, un poco al fondo, y necesito tener este tipo de intercambios con el público. Ahora hacemos grandes escenarios, grandes festivales, pero como decía antes prefiero algo mas «Rock’n Roll», hasta ir a tocar en un bar, eso me encanta. Esta percepción la vemos también en el público, lo disfruta más en una sala que en un escenario grande. Yo también prefiero ir a ver artistas en lugares pequeños que en grandes escenarios. El sonido siempre será mejor.
Hablando del público ¿qué es lo más importante en la relación con vuestros seguidores?
Es cuando se siente que la letra les llega al corazón. Hay una canción que se llama “Tout ce qu’ils veulent” que es muy fuerte e importante para nosotros y sólo el público francés puede cantarlo con el corazón porque lo entiende de verdad y eso, sinceramente, pertenece a los momentos mágicos que vivimos. Se siente que la gente vive el texto como nosotros lo hicimos con las letras de los artistas que nos gustan.
En los conciertos que empezamos con “Revolution”, la gente la canta con tanta emoción que te dices: “Hicimos una súper canción”. Hay otra canción “Better run” que es nuestra canción internacional y vemos que hay mucha gente que conoce la letra, hasta las palabras en inglés. Esos momentos son indescriptibles. Por otro lado, también están todos esos momentos cuando hacemos saltar a la gente. Ellos están motivadísimos por hacerlo junto a nosotros y nos gusta vivir eso.
Aquí el Reggae no es tan popular como en otros países de Europa, pero aún así vosotros quizá seáis la banda mas potente entre los «reggae addicts» de este país. ¿Qué mensaje podrías dar a todas esas personas que luchan para que esta música esté presente?
Primero queremos decir que España, desde hace unos años, es para nosotros como una prolongación de Francia. En realidad, no tenemos la impresión de ir al extranjero porque ahora la gente nos ha adoptado como grupo y es realmente un placer tocar en ciudades como Madrid o Barcelona como en el último tour. Cuando vamos al Rototom, sabemos que hay muchos franceses, pero creo que ahora podemos decir que formamos parte de la familia de los artistas españoles.
Siempre estamos agradecidos y queremos decir que hay que ir a los conciertos porque estamos en un siglo en que todo está hecho para quedarse en casa, pero nosotros somos gente de Sound Systems, de conciertos, venimos del rock, del Reggae y lo que atrae en la música es el hecho de poder compartir. Lo que me gusta cuando voy a Jamaica es que puedo disfrutar de los Sound System al aire libre, todo el mundo va, hay música, te llenas de good vibes, oyes mensajes sociales que hablan de la vida cotidiana. Si amas el reggae es para compartir algo y nos agrada ver a la gente salir de su casa, apagar la tele, dejar el teléfono para abrir su mente, compartir con placer.
Por último, nos gustaría conocer la situación en Francia respecto al racismo y la intimidación de los medios de comunicación con este tema.
El racismo no es algo nuevo en Francia. Somos un país con un pasado colonial y tan sólo hace medio siglo que vivimos la descolonización, entonces persiste ese espíritu post colonial con reacciones del tipo: “están bien en sus países y no aquí”. Nosotros vivimos con esto desde pequeños, pero nuestra generación y las generaciones siguientes somos testigos del derribo de la colonización. Hay que seguir abriendo nuestras mentes y nuestros brazos. Creo que es el papel de los artistas el seguir diciendo “no te cierres en ti mismo”.
Ahora imagínate si a todo esto le añadimos los problemas de religiones. Cada uno intenta decir que es el que sufre y eso genera algo muy complicado en Francia. Más todo lo que llevamos a Oriente Medio desde hace decenas de años, que fue lo que creó todos esos atentados, Daesh y muchos otros problemas que ni siquiera somos capaces de conocer ni entender, porque es difícil hacer un análisis claro.
Entonces, lo único que le podemos decir a la gente es que no tengan miedo, que eso es lo que intentan hacer los medios y los políticos para poder dirigir a todos como ellos quieren.