Mañana, viernes 11 de enero, se publicará una colección mágica de Treasure Isle con cuatro de los mejores álbumes de Ska de la historia.

Asimismo, también podemos encontrar una serie de bonus tracks grabados en la época en la que la escena musical jamaicana se convirtió en la más ingeniosa del planeta.

El origen del Ska

A medida que se acercaba el final de la década de los años 50, los responsables de los sound systems jamaicanos se enfrentaban a un gran problema: La fuente que emanaba Blues y R&B en Estados Unidos se estaba agotando. Bueno, como sabéis, la gran mayoría de los discos que se podían escuchar en los bailes jamaicanos venían de EE.UU. Bien, pues el caso es que siempre se necesitaban novedades para poder mantenerse en el juego. Por lo tanto, era muy importante que se encontrase una solución, ya que la demanda seguía existiendo y la oferta se estaba agotando.

En realidad, la solución fue muy simple. Si no se podían obtener nuevas grabaciones, entonces tocaba que las hicieran ellos mismos. Así comenzó el auge de los músicos jamaicanos, quienes crearon aquellas primeras melodías influenciadas por músicas tan dispares como el Jazz, el Blues o el Calipso. Sin olvidarnos de la percusión Rastafari que le dio un ritmo diferente a esta nueva forma musical. Obviamente, los creadores de este género nunca pudieron pensar en la longevidad de sus obras, las cuales siguen igual de frescas incluso después de todos estos años.

Por cierto, parece ser que no hay una respuesta definitiva a la pregunta de cómo se llegó al nombre del Ska. Existe una teoría que afirma que la guitarra de estas primeras grabaciones recreaba un sonido como la palabra «skat» y de su abreviatura llegó el Ska.

Duke Reid y su Treasure Isle

Corrían los primeros años 60, cuando los ritmos del Ska explotaron definitivamente en la escena musical internacional. Por entonces, el antiguo policía y productor Arthur ‘Duke’ Reid se estableció como uno de los más poderosos personajes de Jamaica con su sello Treasure Isle, rivalizado solo por Clement ‘Coxson’ Dodd de Studio One.

Las primeras grabaciones de Ska fueron puramente diseñadas como singles de siete pulgadas, un formato que lleva impulsando la música popular jamaicana desde sus inicios. Sin embargo, a medida que avanzaban los años 60, Duke y otros productores, vieron que el álbum ofrecía una segunda vida a aquellas pistas solitarias. Este hecho se dio en mayor medida en el extranjero, donde el Ska estaba despegando. Y claro, fue cuando llegaron un sinfín de recopilatorios para que los jóvenes del Reino Unido pudiesen disfrutar de todos los hits que se habían grabado anteriormente en Jamaica.

Precisamente, en pleno apogeo del Ska, Duke Reid reforzó su reputación en la escena musical jamaicana con el lanzamiento de «The Birth Of Ska» y «Latin Goes Ska», cada uno con una docena de los principales éxitos jamaicanos del principios de los años sesenta. Estos dos discos, junto con otras dos joyas imprescindibles del Ska de Treasure Isle, «The Skatalite!» y «Don Drummond Greatest Hits», se incluyen en este conjunto esencial de 2 CDs. Además, en esta colección también nos obsequian con otros 19 hits jamaicanos adicionales de la época original del Ska.