El Daggering apareció en las calles de Jamaica en la segunda mitad de los 2000.

Ahora, cuando han pasado más de 10 años de aquello, llega el Grab o Grabbings. Es decir, hemos pasado de ‘hincar’ a ‘agarrar’.

El Daggering es un baile profundamente marcado por el ‘dry sex’ con movimientos muy sexuales a la vez que frenéticos. Para entendernos mejor, digamos que es una especie de simulación en público de diversas posiciones y actos sexuales. La banda sonora que acompañó a este nuevo estilo de danza fue la música de artistas de Dancehall como Vybz Kartel, Mavado, Aidonia, RDX o Mr Vegas, entre muchos otros. Por ese motivo, se hizo rápidamente muy popular, tanto dentro como fuera de la isla.

Sin embargo, llegó un momento en el que la Comisión de Radiodifusión en Jamaica prohibió la reproducción en radio y televisión de muchas de esas canciones, ya que fueron consideradas violentas y sexualmente explícitas. Eso ocurrió en mayo del 2009.

Además, por esas mismas fechas, los médicos advirtieron sobre los peligros del Daggering, después de encontrarse con muchas lesiones de personas que estaban practicando el Dagga. Asimismo, para que os podáis hacer una idea, el alto número de incidencias de penes rotos provocó hasta diferentes artículos en la prensa jamaicana para intentar concienciar al pueblo.

Bien, pues tras todas estas curiosas historietas, ahora son muchos los artistas y selectores de Dancehall que hablan del Grab o Grabbings. Es decir, Jamaica vuelve a demostrar la habilidad que tiene para reinventarse, ya que al no poder utilizar el término Daggering se ha creado un nuevo lenguaje que a su vez va ligado a una evolución en los movimientos.

Por otro lado, las coreografías del Grab ofrecen otro tipo de papel a las mujeres, mientras que el Daggering era un baile en el que el protagonismo escénico era prácticamente en exclusiva para los hombres; un detalle que puede ser determinante para su aceptación a nivel mundial.

De momento, no parece ser que la Comisión de Radiodifusión esté preocupada por la nueva jerga, así que esperemos a ver que se decide con el tiempo. El caso es que no hay que olvidar que la sociedad jamaicana está extremadamente estratificada y las personas de clase baja son las principales participantes de la cultura Dancehall. Pero, en cambio, son las clases dominantes las que se encargan de ejercer la represión moral, como ya hemos explicado en algún que otro artículo.

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