La historia de The Viceroys es la de una búsqueda constante de armonía, espiritualidad y resistencia, fiel reflejo del alma verdadera del reggae jamaicano.

The Viceroys: Armonía y resistencia en la historia del reggae

Formados en el efervescente Kingston de los años 60, The Viceroys se consolidaron como uno de los tríos vocales más representativos de la historia de la música popular jamaicana. En sus primeros años, su fundador, Wesley Tinglin, junto a Daniel Bernard y Bunny Gayle, dieron vida a una formación que pronto llamaría la atención del mítico productor Clement “Coxsone” Dodd, después de una audiencia fallida con su rival Duke Reid.

A partir de 1967, Studio One lanzaría una colección de grandes temas de The Viceroys como “Love and Unity”, “Fat Fish”, “Lose and Gain” o “Ya Ho”, que seguirían resonando entre las numerosas generaciones de reggae addicts a lo largo de los años.

A finales de esa década y principios de los 70, el grupo grabó con productores tan esenciales como Derrick Morgan, Lee “Scratch” Perry o Lloyd “Matador” Daley, dejando huella con canciones como “Jump In a Fire”, “Lip & Tongue” o “Babylon Deh Pon Fyah”. Esta última pista se publicó en un 7″ acreditado a Truth, Fact & Correct.

The Interns y la plenitud artística

Más adelante, tras la salida de Bunny Gayle, Neville Ingram se unió al trío vocal, con este nuevo integrante grabarían algunas de sus producciones bajo el nombre de The Interns (o The Inturns en algunos casos), dando origen al disco Consider Yourself (1978), un proyecto que realmente fue su debut discográfico.

Esta alineación alcanzaría la plenitud artística de The Viceroys con álbumes emblemáticos como We Must Unite (1982), Brethren and Sistren (1983) o Chancery Lane (1984), donde combinaron mensajes de unidad y justicia social con una armonía vocal inconfundible. De esta época también cabe destacar su single “Heart Made Of Stone”, lanzado en 1980 a través del sello Taxi Records, propiedad de Sly & Robbie.

Después de un largo silencio, Tinglin revivió el grupo en los 2000 junto a Ingram y Michael Gabbidon, grabando en el memorable Inna de Yard (2005) de Earl Chinna Smith, una auténtica joya registrada en formato acústico. Su último trabajo con Iroko Records y Lone Ark (Roberto Sánchez), llamado Memories (2016), marcó el cierre de una trayectoria ejemplar antes del fallecimiento de Tinglin dos años más tarde, en 2018, a los 75 años.