Sister Mary Ignatius Davies es un nombre que resuena profundamente en el corazón de la música jamaicana. Esta monja católica dedicó prácticamente toda su existencia a la Alpha Boys’ School, inspirando a cientos de niños abandonados a convertirse en músicos profesionales.
Directora de la Alpha Boys’ School
La vida de Mary Davies (1921-2003) se entrelaza con la historia misma del Ska, el Rocksteady, el Reggae y todo ese maravilloso legado musical que ha salido de la Alpha Boys’ School en Kingston. De hecho, para quienes llevamos décadas inmersos en el mundo de la música popular jamaicana, es imposible no reconocer su impacto como la ‘madre musical’ de muchos de los pioneros que ayudaron a situar a la isla como uno de los faros musicales del planeta.
Veréis, como directora de la Alpha Boys’ School, Sister Mary, o como muchos la llamaban ‘Sista Iggy’, no solo brindó refugio y comida a niños abandonados, sino que también los introdujo en el mundo de la música. A principios de los años 60, en una época en que el Jazz dominaba la escena global, fue ella quien, desde los pasillos de la escuela, alentó la fusión de ese Jazz con los ritmos autóctonos de Jamaica, gestando lo que más tarde daría origen al Ska, un género que luego daría paso al Rocksteady y este al Reggae.
Sister Mary Ignatius Davies, la Madre Teresa del Reggae
De tez clara y baja estatura, era conocida por su mano firme pero compasiva. Esta ‘Madre Teresa del Reggae’ guiaba a sus estudiantes, muchos de ellos con vidas complicadas, a canalizar su energía a través de los instrumentos musicales. Transformando a esos niños en músicos excepcionales, ofreciéndoles un valioso propósito.
Y la verdad es que el resultado fue más que notable: de sus aulas salieron nombres tan legendarios como Tommy McCook, Don Drummond, Johnny «Dizzy» Moore, Rico Rodríguez, Leroy ‘Horsemouth’ Wallace, Bertie King o Joe Harriott, entre otros grandes músicos. Todos ellos escucharon su impresionante colección de discos de Jazz y Blues, un tesoro incalculable, convirtiéndose en la base sobre la cual los jóvenes músicos forjaron su estilo.
¿Cuánto le debemos a Sister Mary?
Como decíamos, fue su dedicación la que ayudó a moldear a los músicos que, en los años 60, impulsaron la música popular jamaicana al escenario mundial. Por ello, cuando recordamos a Sister Mary Ignatius Davies, queremos dar visibilidad a una auténtica pionera musical, cuya pasión por el Jazz y el Blues ayudó a esculpir el sonido de una nación.
¡Qué su legado siga resonando entre todas las personas afines a los ritmos jamaicanos!